No solo ha sido el pedido de la ciudadanía, sino también los altos índices de accidentes de tránsito por manejar en estado etílico, lo que ha llevado al Concejo Cantonal de Cuenca a buscar una ordenanza que sancione a los consumidores de licor en los espacios públicos. Según el concejal y presidente de la Comisión de Seguridad Xavier Barrera, esta norma lleva a regular los sitios como las calles o avenidas y los parques de la ciudad. Según el edil, el número de accidentes de tránsito ha subido en los últimos 3 años, de igual manera los problemas intrafamiliares.

¿Dónde estuvo la parte más difícil para llegar a los acuerdos?

Se ha convertido en una situación que ha tenido muchas dilaciones. Entendemos, que en un primer momento, hubo más bien desinformación de aquellos que eran parte de la industria licorera o por parte de quienes tenían algunos locales y pensaban que les iba a afectar sus negocios. Una vez que se ha ido socializando llegan también las aceptaciones, aunque debemos además decir que faltó falta de voluntad política para tratar este tema.

¿De parte de quiénes no hubo esa voluntad política?

Yo creo que de algunos concejales y de algunas autoridades de la ciudad, incluso de la administración anterior, porque este no es un problema actual, sino un tema que data de varios años, pero ya vamos creando consensos y esperamos que los primeros debates pasen lo más pronto posible, ya que temas como estos ameritan ser discutidos y que asimismo entren en vigencia lo más pronto posible.

¿Quiere decir que no se tomó el tema con la seriedad del caso?

Muchas de las veces la falta de conocimiento de la realidad local en materia de seguridad no permite a algunas autoridades dimensionar la pertinencia de tratar o no una ordenanza. Se pensaba que este tema no era tan importante para la ciudad, porque muchas de las veces se desconoce lo que sucede en materia de seguridad, pero gracias a esa socialización, a ese debate público que hemos ido generando mediante los medios de comunicación, en los barrios, en las ciudadelas, nos ha permitido que la ciudadanía y las autoridades tengan conciencia de lo que este conflicto significa, como es el excesivo consumo de licor.

¿Cuál fue la parte más difícil para llegar al consenso?

Con esta administración había que dejar que se termine la campaña electoral y dejar de pensar, por qué una ordenanza debe ser planteada por uno u otro grupo. En tal medida se logró que en la Comisión de Seguridad y la Comisión de Legislación limen esas ‘asperezas’ y fruto de ello es que ahora ya existe un consenso para llevar adelante este trabajo.

¿Qué tan cierto es que Cuenca es consumidora de licor?

Nosotros no nos inventamos los datos, tampoco somos los que procesamos. Aquí existe un Consejo de Seguridad Ciudadana que se encarga de mostrar las estadísticas y darnos las guías para implementar las políticas públicas en materia de seguridad, en este caso, generar ordenanzas que mejoren el buen vivir. Los datos estadísticos que el consejo ha entregado son clarísimos, entre el 70% y 75% de atenciones que brinda el ECU-911 son estrictamente, entre bebedores en la vía pública y riñas callejeras. Las estadísticas de violencia intrafamiliar han crecido progresivamente desde 2011 hasta la fecha, los agresores se encontraban en estado de embriaguez y se han incrementado los accidentes de tránsito por el consumo de bebidas alcohólicas.

¿El consenso ha llegado también a los fabricantes de bebidas?

Ellos han sido parte de las mesas de trabajo, han manifestado su aporte una vez que han entendido que en la ordenanza no se trata de criminalizar el alcohol, sino más bien controlar y regular el espacio público y ahora se han sumado.

¿Y cuál es el aporte de ellos?

Se incluyen en materia de prevención para aportar con programas y proyectos a favor de la ciudadanía y además nos han pedido que no satanicemos el alcohol, sino más bien se vaya generando una cultura de consumo responsable.

¿Dentro de la ordenanza está solo la vía pública?

La ordenanza regula desde la competencia exclusiva que tiene el Municipio para controlar el espacio público; la propia Constitución prohíbe la criminalización del consumo de alcohol, lo que nosotros estamos haciendo es controlar el espacio público y a través de ese control poder implementar una política en cuanto al excesivo consumo de bebidas. Lo que se prohíbe es el consumo en todos los espacios que son de la administración municipal o considerados como espacios públicos.

¿Cuántas sesiones de Concejo se necesitan para la aprobación?

La ordenanza llega depurada y construida desde diferentes sectores, viene enmarcada dentro de la propia Constitución. Pienso que en 2 sesiones, una en primer debate y la otra en segundo debate es suficiente para poner en marcha esta ordenanza que la ciudadanía espera, considerando que el plazo para la aprobación es el 9 de agosto, porque al entrar en vigencia el Código Integral Penal elimina como contravención el hecho de libar o transitar en estado etílico en la vía pública, por eso es importante poner en marcha lo más pronto posible.