Un temor recorre todas las calles de Sucumbíos
El nombramiento de monseñor Paolo Mietto como obispo encargado del Vicariato de Sucumbíos no termina de reconciliar a dos congregaciones religiosas en Lago Agrio, por lo que habitantes alertan de que estaría en peligro la paz social de esa región.
El problema se reactiva a pocos días de celebrarse el inicio del Año de la Fe, una conmemoración por los 50 años del Concilio Vaticano II.
Las diferencias surgieron en 2010, cuando se jubiló el obispo Gonzalo López Marañón, de la congregación de los Carmelitas Descalzos. Entonces El Vaticano nombró como sustituto a Rafael Ibarguren, de los Heraldos del Evangelio, lo que afectó el trabajo social de las comunidades. La visión de los recién llegados estaba más orientada hacia la defensa de los valores que a la asistencia.
De esa manera los Heraldos arribaron a Sucumbíos en octubre de 2010. Desde ese momento seguidores de ambas corrientes viven enfrentados. El Vaticano expulsó a ambas órdenes y en marzo nombró a Polivio Sánchez como delegado pontificio temporal. En septiembre de 2011 nombró a Mietto obispo encargado del Vicariato, pero esas medidas no han calmado los ánimos.
Por eso persiste el temor de que se repitan hechos como el ocurrido el 11 de julio pasado al otro lado del río Aguarico: 40 personas al grito de “vivan los Heraldos” atacaron a niños, mujeres, ancianos y miembros de los Carmelitas cuando rezaban el Santo Rosario.
Los Heraldos son acusados de agredir reiteradamente a religiosos que operan allí desde hace 40 años. Este Diario remitió un banco de preguntas a Mietto a su correo electrónico para conocer su versión, pero hasta la fecha no contesta.
Frente a la disputa, Freddy Moreno, titular de la Casa de la Cultura, núcleo de Sucumbíos, afirmó meses atrás a la prensa que “más allá de defender a una u otra congregación religiosa, se trata de una pugna de poderes” entre los miembros de la iglesia de San Miguel de Sucumbíos (Isamis), “quienes defienden su presencia que forjaron durante años”, y “los que ahora tienen poder económico y buscan el poder político”.
Sin embargo, Sánchez, Moreno y los habitantes sostienen que las confrontaciones delinearon distancias que serán difíciles de borrar.
El 17 de mayo de 2011 el portal Confirmado.net resaltó: “Representantes de la congregación religiosa de los Heraldos se habrían tomado las instalaciones de Radio Sucumbíos para asumir su administración y restar protagonismo a la comunidad de los Carmelitas, que antes ejercían el Vicariato provincial”.
El padre Ricardo del Campo, provicario de Sucumbíos y miembro de los Heraldos, rechazó la versión y aseguró que no se tomaron la radio.
El 11 de septiembre de 2011 la agencia EFE informó: “El Vaticano está preocupado por el conflicto entre seguidores de un modelo de iglesia social y otro jerárquico, y busca nombrar un obispo permanente que tranquilice a los fieles, según el delegado pontificio Ángel Polivio Sánchez”.
En los siguientes días, partidarios de los Carmelitas salieron a las calles para reclamar que Roma escoja a un obispo que mantenga la iglesia social y comunitaria establecida en Sucumbíos, según dijo el padre diocesano Édgar Pinos.