Un parque para recordar el respeto a DD.HH. en Cuenca
Desde ayer Cuenca cuenta con un parque que le permitirá a los ciudadanos recordar el significado del respeto a los derechos humanos.
La obra se inauguró en conmemoración a los 65 años de la Declaratoria Universal en esta materia, por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
El espacio está ubicado en el barrio Puentes del Yanuncay, junto a la avenida Primero de Mayo.
Contará con treinta letreros en los cuales estarán redactados los 30 artículos que representan el cumplimiento de los derechos humanos a nivel mundial.
El acto inaugural fue presentado por el Municipio de la ciudad, la Empresa Pública Municipal de Aseo (EMAC EP), conjuntamente con distintos organismos que defienden estas garantías ciudadanas.
Así estuvieron presentes delegados de la Asociación de Derechos Humanos del Azuay, la Comisión de Derechos Humanos, Defensoría del Pueblo, Comité de Familiares de Víctimas Abatidas por la Policía Nacional y el Cabildo de las Mujeres.
“Este es un lugar que representará el recuerdo de todos quienes luchamos para que se cumplan los derechos, para que exista igualdad de oportunidades para hombres y mujeres y que esto garantice un buen vivir”, comentó Valeria Villavicencio, gerente de la EMAC.
Agregó que para el próximo año se planifica levantar en este parque un monumento en honor a monseñor Luis Alberto Luna Tobar, por su impulso a estas garantías.
“Los crímenes pasionales no existen, es violencia machista”, se podía leer en una de las decenas de telas con mensaje que presentaron las integrantes de la organización Cabildo de las Mujeres.
Nidia Solís, una de las integrantes de este colectivo, consideró que “en los últimos años no se puede hablar de defensa de los derechos de las personas cuando existe discriminación para más de la mitad de la humanidad que corresponde al sexo femenino”. Acotó que, según estadísticas en el país, siete de cada 10 mujeres sufren violencia y discriminación en sus hogares, lugares de trabajo e incluso áreas políticas, pues no pueden acceder fácilmente a lugares desde los cuales puedan proponer ideas que contribuyan con el desarrollo de la sociedad. Al acto asistió Pedro Restrepo, padre de los menores Carlos y Pedro, fallecidos en 1988, quienes habrían estado en Cuenca antes de declararse su desaparición.