El tranvía le sube la velocidad a la etapa de pruebas
Para los cuencanos aún sigue siendo una novedad ver pasar el tranvía por las calles y avenidas. El sonar de su campana alerta y los ciudadanos corren a ver la máquina roja o dejan un momento sus labores y salen a los balcones.
Las selfies y las fotografías a la máquina no se hacen esperar, sin importar que el ciudadano esté, incluso, dentro de la línea tranviaria.
La prueba de este martes 4 de diciembre fue diferente a las demás, puesto que la máquina recorrió a 40 y hasta 50 km/h en las avenidas, mientras en el centro histórico lo hizo a 20 km/h.
Pese a la seguridad que brindaron los agentes de tránsito, la ruta tranviaria no es respetada por los conductores. Varios vehículos se estacionaron a lo largo de las rieles, otros con sus carretas llenas de cilindros de gas circulaban por estos sitios, sin importarles el peligro.
En los pasos controlados con semáforo no todos los ciudadanos utilizan las líneas cebras, mientras otros corren violentamente para ganarle en los cruces las calles al nuevo sistema de transporte.
Uno de los sitios más complicados es la calle Gran Colombia hasta la Mariano Cueva, donde solo una línea amarilla separa al peatón del vehículo y el tranvía.
Para Jaime Guzmán, director del Proyecto Tranvía, es una etapa en la que se pone a prueba el frenado, la velocidad y la semaforización, “son pruebas que están dentro del esquema que propuso la empresa CITA en la última parte del contrato que finaliza el 25 de diciembre”, dijo.
Guzmán pidió que los ciudadanos cumplan con las disposiciones de tránsito para evitar accidentes. “El tranvía tiene un freno de emergencia que se activa en momentos complicados y este ha sido ya usado dos veces”, sostuvo el funcionario. (I)