Sin duda Santa Rosa, en la provincia de El Oro, ha sido una ‘ciudad mártir’. Sus habitantes han enfrentado muchos problemas, como los efectos de la guerra con Perú en 1941, pero también desastres naturales, sobre todo dos aluviones, uno en 1927 y el otro en 1997.

El desastre más reciente aún está en la memoria de los santarroseños. Ocasionó grandes daños ya que inundó los barrios cercanos al río Santa Rosa y Carne Amarga hasta el centro de la ciudad. El nivel del agua subió por efectos del fenómeno de El Niño. Sus pobladores perdieron sus bienes, algunas calles desaparecieron, otras permanecieron días llenas de agua y lodo, lo que provocó el corte de los servicios básicos.

Este fenómeno dejó tres personas fallecidas, 3.700 evacuados y más de 10 mil damnificados. “Cuando hubo la inundación la gente dejaba botadas sus casas, porque los cauces de los ríos ingresaron a las calles”, comenta Oswaldo Prado, quien era un niño cuando su familia fue parte de las damnificadas por la inundación.

Durante la guerra de 1941, por el hecho de ser frontera, los enfrentamientos bélicos se registraron en este territorio, ocasionando el desplazamiento de sus habitantes a otros sitios de la provincia.

Su reconstrucción duró años. “Yo era una niña aún. Mis padres me contaron que tuvieron que huir a la parte alta de la provincia, donde ahora es el cantón Atahualpa (Paccha) y al sector de Guizhagüiña en Zaruma, otros se fueron a Guayaquil y Naranjal”, recuerda Ermilda Loaiza, habitante del cantón.

Según los registros históricos, que reposan en los archivos de la Municipalidad, Santa Rosa fue ocupada por las tropas peruanas el 5 de julio de 1941 y permaneció invadida 7 meses hasta febrero de 1942. En aquella época, las tropas peruanas quemaron gran parte de la ciudad.

Hoy es el segundo núcleo de población de la provincia. Clemente Bravo, alcalde de la ciudad, explica que a más de la producción de camarón en cautiverio, que es la primera actividad económica del cantón, es una población agrícola y ganadera. Se cultiva cacao y banano.  

Pese a los desastres, el cantón orense ahora se constituye en un referente de la provincia, ya que posee el único aeropuerto internacional  que sirve, no solo para esta provincia, sino para todo el austro. “En octubre inauguraremos la primera terminal terrestre binacional. Todo esto se lo ha logrado gracias al apoyo que nos da el Banco del Estado”, cuenta el alcalde Bravo.

Está previsto que esta terminal terrestre sirva a 15 mil viajeros diarios, tanto de Perú como de Ecuador. El funcionario reconoce que hace falta fomentar el turismo en la zona, porque encantos no le hacen falta a Santa Rosa. “Nosotros tenemos un archipiélago (Jambelí), donde tranquilamente se podría implementar un proyecto de turismo ecológico”, dijo el burgomaestre.

Además, a 10 minutos del centro de la ciudad está Puerto Jelí, el cual es conocido por su rica gastronomía a base de mariscos. En este lugar se destacan las conchas asadas, los famosos ceviches y sobre todo variedades de arroz marinero. El alcalde invitó a los habitantes de la región sur del país para que vivan las fiestas patronales en honor a la virgen de Santa Rosa de Lima.

‘Galápagos chiquito’

Un lugar poco conocido por los orenses es la isla Santa Clara o isla del Muerto, la cual es parte de este cantón. El islote está ubicado en el filo marino entre Ecuador y Perú y es una reserva de vida silvestre. Son 46 hectáreas que tienen características similares a las de las islas Galápagos, por ello se la ha denominado ‘Galápagos chiquito’.

Aves únicas en el mundo se refugian aquí, por lo que se ha convertido en reserva protegida.

Desde esta isla también es posible apreciar las ballenas jorobadas, espectáculo que ocurre desde julio hasta septiembre, cuando los machos de esta especie realizan malabares en el mar para atraer a las hembras y aparearse. (I)

DATOS

Los turistas provienen en su mayoría de las regiones de Azuay, Cañar, Loja y Morona Santiago que buscan las playas de la provincia y su gastronomía.

Jambelí ha sido afectada por el desgaste de su playa debido a los oleajes. La población logró la reconstrucción y nuevamente hay cabañas donde se expenden alimentos y hostales para los turistas.

Varios programas se desarrollarán en el cantón para festejar a Santa Rosa de Lima, entre ellos, desfiles, festivales gastronómicos en especial preparados con langostino, fuente de riqueza que tiene esta zona

El aeropuerto ha servido para que surjan obras, como las carreteras, y negocios satélites que activan el turismo, no solo desde el interior de Ecuador sino también desde el norte peruano.