No habrá rectificación de pensiones en Universidad Católica
Pese a que continúan los reclamos por parte de los estudiantes de la Universidad Católica, los directivos han señalado que la decisión de subir el costo de matrículas y pensiones es irreversible, ya que la universidad está subvencionando los costos de los alumnos.
Las protestas siguieron el martes. Los estudiantes se quejan de que no pueden pagar una recarga del cien por cien en las pensiones y matrículas. En Azogues ayer también se registró el rechazo de los alumnos, aunque la marcha convocada para las 14:00 en el Parque Central no tuvo la acogida esperada.
Diana Calle, estudiante de Ciencias Educativas, mencionó que el alza en los precios afecta directamente a los bolsillos de los hogares y hace que sea más difícil acceder a un título universitario. “Considero que para subir las pensiones se debió hacer un estudio socioeconómico entre los alumnos”, opinó.
Por su parte, Martha Idrovo expresó: “Ahora más que nunca el estudio estará más lejos de la clase media, no digamos de la clase baja, porque siempre en los hogares por lo menos existen dos estudiantes”.
De su lado, Enrique Pozo Cabrera, vicerrector académico de la Universidad Católica, dijo que los directivos son los más apenados por esta situación de incremento en las pensiones y matrículas. Incluso señaló que, en la última acta, es el propio rector de la universidad el que se opone a esta elevación.
El incremento obedece, según el vicerrector, a que se deben ajustar a la normativa salarial dispuesta con los diferentes organismos de educación superior. “Todos ellos establecen que la Universidad Católica debe pagar a sus profesores a tiempo completo un salario básico de $ 1.350 y la universidad debe contar con un 60% de profesores en este nivel.
“La única forma que se puede solventar este costo es incrementando la pensión”, afirmó, tras agregar que, de acuerdo a la tabla determinada, el costo real sería de $ 240 la pensión. “Por más de 15 años hemos subsidiado el 50% del costo real, ahora lo estamos haciendo con el 25%, es decir, de los $ 240 que deberíamos cobrar, ahora pagarán $ 180”, dijo Pozo.
El directivo señaló que hay un cofinanciamiento, pero es exclusivamente para becas. Según Pozo, la Universidad Católica tiene una planta de 800 profesores, tanto en Cuenca, como en Azogues y Macas, donde tienen sus extensiones.
La carrera de Medicina indicó que es la más costosa y el estudiante debe pagar $ 180 mensuales -debido al mantenimiento que se debe hacer a los laboratorios- y de matrícula, $ 380. El año anterior un estudiante debía pagar $ 120 mensuales.
Informó que se ha establecido un mecanismo de ayuda para los alumnos que no puedan acceder a estos costos debido a factores económicos o de otra índole. “Nosotros no podemos tomar ninguna otra alternativa de la que hemos tomado. Lamentamos profundamente, así sea solo un estudiante, que alguien deje el centro de estudios”.
La Universidad Católica tiene 12 mil estudiantes, incluyendo las extensiones. El directivo señaló que la institución “solo se está sujetando a las leyes”. “No podemos irnos en contra de las mismas”, afirmó.