Los transportistas de la capital azuaya pidieron ayer al Gobierno el pago de más de $ 1 millón por concepto de subsidios. También reclamaron al Municipio  por la presunta falta de planificación vial una vez que iniciaron obras físicas para el tranvía.

Wilmer Bravo, presidente de la Cámara de Transporte de Cuenca, indicó que la Agencia Nacional de Tránsito (ANT) no les ha cancelado ese beneficio durante 5 meses.

Añadió que a cada unidad se le debe alrededor de $ 3 mil, lo que al multiplicar por 475 unidades, supera el millón de dólares. “Esto ha provocado que las unidades se deterioren y no se pueda cumplir con un proceso como es el cambio de buses en esta ciudad”, precisó.

El subsidio, recordó, se entrega a los transportistas para compensar la media tarifa a favor de varios sectores de la población.

Bravo indicó que a este tema se agrega la revisión de las tarifas, cuyos diálogos se mantienen con el alcalde, Marcelo Cabrera.

En la ‘Atenas del Ecuador’, al igual que en otras ciudades, aún no se llega a un acuerdo, tal como ha sucedido en Loja y en Manta. “No exigimos un valor del pasaje mayor, lo que nosotros necesitamos es un ingreso mayor, es decir, no necesariamente el usuario debería pagar”, indicó el dirigente.

Agregó que algunas unidades están saliendo de servicio porque ya cumplieron su vida útil.

En cuanto a la movilización en la ciudad, indicó que no existe una planificación adecuada para que los buses puedan cumplir con los horarios establecidos. Eso a consecuencia de los trabajos que se realizan en diferentes zonas por la construcción del tranvía.

La Municipalidad anuncia que en los próximos días las labores físicas se efectuarán en el sector de la avenida Huayna Cápac y en la calle Lamar. Sin embargo, los transportistas ayer reclamaron la falta de coordinación. “La idea es elaborar planes de contingencia para que el servicio no se deteriore”, dijo el representante del Consorcio Cuenca, Leonardo Albarracín.  

El dirigente indicó que hay varias obras en el centro de la urbe, que podrían retrasar los recorridos.

Los habitantes se mantienen a la expectativa de que los trabajos a favor del nuevo sistema de transporte no afecten sus horarios.