La mallas varían dependiendo de la especie, ya sea camarón o corvina
Los pescadores ‘trallan’ sus propias redes
Hace 12 años dejó de ir a su faena diaria en el mar para dedicarse exclusivamente a tejer el material de pesca que usan sus excompañeros en esta labor artesanal.
Se trata de Juan Medina, de 50 años, quien diariamente recorre los barrios más apartados de la parroquia Puerto Bolívar, en la capital de la provincia de El Oro, Machala, para ‘trallar’ (tejer) a domicilio las redes de pesca.
Cuando tenía 13 años, apenas había culminado la primaria, sus padres lo llevaron a pescar, desde entonces es un conocedor del mar. A los 38 años dejó la pesca para dedicarse a tejer redes.
Ahora disfruta de su trabajo. A sus 50 años asegura que desde muy corta edad aprendió a remendar las atarrayas para ayudar a su padre en su natal Manta (Manabí), pero fue en Puerto Bolívar donde aprendió a tejer la red para pesca artesanal.
“Desde muy chico, como a eso de los 14 años, (amigos) me enseñaron a remendar las atarrayas, ya que mi papá no sabía tejer. Todos los días cuando él llegaba de la pesca me ponía a remendársela y fue así como poco a poco fui aprendiendo”.
Comenta que luego de tantos años en esta actividad, ahora tejer un implemento de pesca lo hace por simple gusto, aunque también se ha convertido en su fuente de ingreso.
Sus manos son hábiles, se asemejan al aletear del colibrí, por la rapidez, mientras tiene entre ellas una aguja de plástico con piola nailon, demuestra así sus años de experiencia en esta tarea. “Ya ahorita el ‘trallar’ una red me resulta fácil”.
Como él existen otras 13 personas que se dedican a esa actividad en Puerto Bolívar; sin embargo, en la mayoría de los casos, son los propios pescadores quienes prefieren tejer sus mallas. “Así sea que nos demoremos un poco más”, indica el pescador Carlos Cruz.
Los tejedores trabajan amarrando los cabos de nailon de 50 metros y ¼ de diámetro de largo entre los 2 postes que existen en la barriada. El ancho de cada red es de 1,50 metros.
Por cada ‘paño’ (extensión de la red) de 150 metros los tejedores cobran $ 25. Al día alcanzan a tejer 2 paños. Los pescadores invierten por cada tramo de red de 150 metros, al menos $ 300.
Por lo general, en Puerto Bolívar el material de pesca que tejen los artesanos es la red de 2 pulgadas, que sirve para capturar camarón y pescado pequeño; las de 4 y de 8 pulgadas, en cambio, sirven para coger corvina.
Cada 6 meses o cada año cambian de arte de pesca, dependiendo de la temporada, por ejemplo, entre los meses de enero y junio, los pescadores saben que es temporada de camarón, mientras que desde julio a diciembre, cambia el tipo de malla para capturar pescado.
El marisco va a la Sierra sur
“Nos vamos a pescar corvina, estamos en temporada y esperamos tener suerte”, dice Arturo Pezo, quien debe recorrer 7 millas (12,96 km) náuticas para llegar al punto de pesca.
Allá, en mar abierto, la faena para traer los mariscos al puerto es dura; los pescadores deben sortear grandes olas, mala señal de teléfonos móviles y enfrentarse a peligrosos piratas (asaltantes de mar).
Pese al riesgo y a la dureza del trabajo, la pesca artesanal en El Oro representa un significativo aporte a la economía provincial, no solo por la extracción de especies, sino también por la comercialización en mercados internos y externos. En El Oro los pescadores prefieren especies como la cachema o corvina (Cynoscion spp.), el ‘rayado’ o el ‘chino’, estas 2 últimas especies son muy apetecidas por los cuencanos, explica Danilo De la Cruz, dueño de un muelle en el puerto orense.
El comerciante de pescado comenta que los mariscos de esta zona van a parar -en su mayoría- a los mercados de Cuenca y Loja. En Puerto Bolívar cada pescador puede ganar entre $ 10 y $ 100 diarios, dependiendo de la ‘suerte’. En los más de 400 pequeños muelles orenses se embarcan toneladas de pescado y camarón para llevar a la Sierra sur, donde se vende el marisco a buen precio, explica Rigoberto Merchán.
En El Oro existen alrededor de 7 mil pescadores artesanales, la mayoría se encuentran en Puerto Bolívar, están asociados a la Unión Provincial de Producción Pesquera Artesanal (UOPPAO). (I)