Los bomberos luchan para proteger reserva El Corazón
Los incendios forestales que sufre el país no solo se centran en los alrededores de Quito, sino que se viven en otras provincias. Por ejemplo, la reserva privada El Corazón, en la comunidad Jabulí, en el cantón Pallatanga (Chimborazo), se ha visto afectada por el fuego.
Desde hace tres semanas una patrulla compuesta por 31 militares y un grupo conformado por 7 miembros del Cuerpo de Bomberos de Pallatanga y Riobamba se ha dedicado a aplacar y controlar los incendios que se detectan en la zona.
Diego Martínez, bombero riobambeño, a diario viaja desde su ciudad a Pallatanga para colaborar junto a otros compañeros y oficiales del Ejército en el combate al fuego, los cuales se concentran en la reserva El Corazón.
El acceso a donde se producen los incendios dificulta el trabajo. Martínez menciona que desde la cima de la montaña hasta el lugar donde se divisó fuego son dos horas de camino. “Nosotros salimos desde ese punto para acá a las 11:00 y ya son las 12:00 y aún no llegamos”. En ellos está latente la muerte de uno de los suyos hace poco. Por eso menciona “en Colta falleció un colega de Quevedo porque le faltó el aire, el corazón le latía rápido, más el humo del fuego”. Desde el día en que ocurrió la tragedia son más cuidadosos.
Esa percepción fue compartida por el oficial Fabián Maldonado, líder del equipo de El Corazón, que aseguró que muchos de los afectados son por la asfixia que producen las llamas y el polvo. Así lo expresaba mientras retomaba el aliento para seguir ascendiendo una de las laderas de las montañas que conforman la reserva antes citada. Allí habitan osos y tigrillos, por eso la importancia de apagar rápidamente los incendios.
En las comunidades cercanas, algunos pobladores comentan que los incendios en los cerros son causados por agricultores que queman la paja para preparar la tierra antes de sembrar.
Hasta el momento ninguna autoridad de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) de Chimborazo o el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) del cantón Pallatanga ha ofrecido una versión oficial sobre el porqué de los incendios.
Según Sergio Merchán, un joven de Riobamba que actúa de camillero durante los patrullajes, explica durante un descanso que por ser zonas de difícil acceso sólo pueden controlar el avance de los incendios forestales a punta de machetes, azadones, palas y rastrillos.
Además -indica el uniformado- llevan mascarillas y algunas provisiones de comida y agua para el desgaste que les requiere bajar y subir las montañas que rondan por los 3.400 metros de altura.
Terminado el breve descanso, nuevamente la brigada emprende el ascenso del último tramo de la montaña. Los equipos de militares y bomberos tienen previsto ir a los diferentes puntos donde tenían bajo control los incendios para verificar si no se reactivan.
Si ocurre una alerta o si son llamados por algún vecino se desplazarán rápidamente. En las cercanías de la reserva El Corazón existen cinco comunidades que albergan a más de 1.300 habitantes dedicados a la agricultura.
Fuego en Quito
El incendio registrado en la Loma de Ungui, cerca de San Luis de Lloa, el pasado domingo a las 20:00, fue controlado a las 10:30 de ayer, pero otro se inició a las 06:45 en el mismo sector y aún sigue activo. Al sitio acudieron 15 bomberos, 36 militares y el helicóptero Fénix.
Otros dos flagelos forestales se suscitaron en la tarde de ayer. Uno en el barrio San Lorenzo Alto, sector del Parque Metropolitano del Sur, a las 13:06. Y el otro en la zona del Valle de los Chillos, en el barrio La Rivera, sector de la Armenia, a las 13:18. Hasta el cierre de esta edición ninguno fue controlado.