Los artesanos temen que su labor y legado desaparezcan
Al son de la canción “La Chola Cuencana” marcharon los miembros de 32 gremios de la Federación Provincial de Artesanos en su día clásico. Durante la caminata pidieron que se respeten sus derechos establecidos en la Ley de Defensa al Artesano.
En la jornada participaron distintos organizaciones, como la Asociación de Belleza del Azuay, el gremio de sastres, panificadores, latoneros, artesanos plásticos, mecánicos, entre otros.
Los más de 400 obreros que desfilaron se ubicaron en las veredas de la calle Bolívar y Benigno Malo y desde la glorieta del parque Calderón. Los presidentes de cada gremio resaltaron la fecha solicitando que las autoridades protejan a los artesanos y eviten competir con las industrias.
César Sigüenza, titular de la federación, manifestó que se cumplen 59 años de la ley que promulga la defensa del artesano, que representa “la lucha de los primeros miembros por conseguir beneficios para el gremio y que hoy se quiere eliminar por la supuesta inconstitucionalidad de varios artículos”.
Además, señaló que están preocupados por la eliminación del articulo 16, en donde se establecen los beneficios que tiene el sector. “Este ha permitido que el maestro pueda mantener sus talleres y genere empleo”.
Con este artículo, agregó, están exentos de pagar el decimocuarto y tercer sueldo, además de utilidades. De eliminarse el mismo, los presidentes de cada gremio consideran que el artesano se verá en la necesidad de despedir a los operarios. Según Sigüenza, la situación de los artesanos se ha complicado, “pues tanto la globalización y las industrias los están eliminando”.
Aunque no existe un porcentaje establecido ni un estudio de cuánto ha decaído la producción artesanal en la provincia, Sigüenza indicó que ello se puede visualizar en que no hay nuevos joyeros, ni herreros, pues no se motiva a los jóvenes a aprender este tipo de actividades.
Además de que los impuestos y las exigencias que se piden para la obtención de permisos van en contra de los talleres. Lo mismo opinó Piedad Soto, presidenta del Gremio Corte y Confección del Azuay, quien desea que los conocimientos artesanales se transmitan a los jóvenes e hijos para que no se pierda la tradición.
Ante esta situación, según Soto, han tenido que tomar algunas medidas para evitar desaparecer. “Por ejemplo, los maestros de taller nos hemos visto obligados a despedir personal, debido a que no podemos competir en igualdad de condiciones con las mismas obligaciones que tienen las industrias”.
Tanto Sigüenza como Soto solicitaron al Ministerio de Producción la creación de instituciones de capacitación profesional en todas las áreas. “Que en todas las ciudades haya un instituto de formación permanente, ya que de esa forma se apoya al sector productivo”, sostuvo la dirigente.