La familia de leones sigue creciendo en el zoológico y bioparque Amaru, ubicado en el sector Nulti, en las afueras de Cuenca.

Hace aproximadamente tres años, los tres primeros animales fueron rescatados de un circo internacional que llegó al país, en el que sufrían maltratos.

El 19 de julio de  2011 la cifra se incrementó a seis luego del nacimiento de  tres félidos en cautiverio (dos hembras y un macho), marcaron un hito en la ciudad.

Así, desde esa fecha, Simba, padre de los tres cachorros; Afra, la madre; Kiara, la tía; y Shaka (macho), Alika y Nila (hembras), los últimos nacidos en Cuenca, han vivido en un espacio de 1.500 metros cuadrados, en condiciones similares a las de su hábitat natural.

En mayo de este año, los propietarios del zoológico rescataron a dos félidos más. Se trata de Amaru (macho) y Danta (hembra), ambos de dos años y medio de edad.

Los leones nacidos en Cuenca ahora pesan  entre 220 y 260 libras y miden 2,50 metros cada unoEstos animales fueron abandonados en Sucúa por los propietarios de otro circo y rescatados por el Ministerio del Ambiente (MAE), para ser trasladados a Cuenca. “Por el momento no los podemos exponer porque tienen que adaptarse. Además, por el maltrato que recibieron en el circo pueden temer a la gente que venga a verlos”, explicó Ernesto Arbeláez, biólogo y propietario del lugar.

El experto comentó que Amaru y Danta se mantienen en laboratorio, en estado de cuarentena. Explicó que han sido desparasitados y reciben un trato especial, debido a que cuando llegaron constataron que tenían problemas de pelaje, cortes por golpes de látigos y garrapatas.

De observar que su proceso de adaptación es idóneo, los félidos serán trasladados a un nuevo hogar, dentro del zoológico.

Este deberá tener como mínimo 1.500 metros cuadrados. Arbeláez no descarta que estos animales puedan aparearse con lo demás leones. “Los tres que nacieron en Cuenca, pronto querrán reproducirse y para eso,  podemos formar parejas con Amaru y Danta para evitar que se reproduzcan entre hermanos”, agregó.

Shaka al igual que sus hermanas, Alika y Nila, cuando nacieron pesaban cada uno 2 libras y medían 30 centímetros de longitud. Hoy pesan entre 220 y 260 libras, y miden 2,50 metros de longitud.

Controles periódicos

Estéfano Toraqui, director del MAE, comentó que el trato que reciben los leones en el zoológico Amaru, por el momento, es acertado.

Dijo que el lugar maneja un programa de alimentación y cuidados adecuados, que les permite mantenerse en buen estado.

Agregó que cada mes se hacen inspecciones de todas las instalaciones para analizar la salud de los animales en este centro de atención. “Usted se fija que los leones están sanos, tienen brillo en la lana, se los ve fuertes y, sobre todo, adaptados al terreno en el que viven”, manifestó el funcionario.

Acotó que cada tres meses visita la provincia un supervisor de la cartera de Estado para constatar el funcionamiento de los centros de acogida de animales silvestres.

DATOS

Cada león duerme entre 16 y 18 horas diarias y el resto del día se dedica a la cacería. Como no se encuentran en su hábitat natural para este procedimiento, se les brinda una terapia, dos veces a la semana, para que no pierdan el instinto.

Para mantenerlos activos dentro de la caería se introducen cuyes, pollos y conejos, para que usen sus garras y se alimenten cómodamente de acuerdo a sus necesidades.

Según Ernesto Arbeláez, biólogo y propietario del zoológico, amigos que tienen haciendas les regalan  vacas y caballos que han muerto por caídas o por la edad, y la carne les sirve como alimento para estos animales.

Se descartó que los leones sean reintegrados a su hábitat, pues en las selvas africanas, donde nacieron, hay muchos riesgos para su existencia. Hay personas que trafican con  sus pieles.