A mediados de octubre vencerán los cien días de plazo para que las lavadoras ubicadas en el sector de Monay abandonen este lugar. Este período se contabiliza desde el 3 de julio en que el Concejo Cantonal de Cuenca adoptó la resolución para estos negocios.

Cada lavadora atiende cerca de 30 carros livianos y entre 10 y 12 vehículos grandes al día, desde las 07:00 que inician la jornada. Es decir, diariamente dan servicio a cerca de 640 automotores.

Según Mónica Quezada, secretaria de Planificación, el Municipio ha cumplido de forma responsable los convenios que se han firmado con los dueños de los establecimientos. “Etapa también ha dado su aporte con la construcción de los cuatro módulos, a fin de que todo quede listo”, manifestó.

Los propietarios de las lavadoras firmaron un acuerdo en la anterior administración municipal para que se edifiquen varias obras.

El monto de inversión calculado era $ 215 mil, pero en el actual período se dejó sin efecto ello, señalando que la Municipalidad no puede realizar trabajos en propiedades particulares.

Asimismo, el Cabildo cumplió, según Quezada, con el pago de $ 115 mil por la indemnización de una vía que pertenecía a los lavadores de vehículos en el sector de Ucumbamba y donde funciona el centro de atención de revisión mecánica.

La ruta fue cerrada hace varios meses por los propietarios, en este caso los dueños de las lavadoras de autos, con el fin de presionar a la Municipalidad para que haga efectivo el pago.

La funcionaria dijo que al cumplir los cien días tendrán que abandonar el sector de Monay, ya que “no se puede esperar un día más”, puesto que hay contaminación en el río y  el Ayuntamiento tiene que realizar varias obras de regeneración.

José Guaricela, de la Asociación 3 de Noviembre, reconoció que el plazo cumplirá entre el 11 y 13 de octubre, pero afirmó que en el convenio existe una cláusula que señala que “debe estar todo construido para poder realizar el traslado al sector de Ucubamba donde se edifican los nuevos espacios para lavar los vehículos”. “No hay plazo fijo y cuando termine la obra en su totalidad nos iremos. Estamos muy tranquilos”, expresó Guaricela.