La “Churonita” mueve a católicos en Cuenca
La llegada de la Virgen del Cisne a Cuenca convocó a miles de fieles en las calles, parques y al estadio de la capital azuaya.
La “Churonita”, como también es llamada, llegó a la ciudad para conmemorar los 250 años de la creación de la Diócesis de Cuenca.
Su arribo en la noche del viernes, en el sector del parque Miraflores, concentró a más de 6.000 personas que, con oraciones y cánticos, recibieron la imagen que pasa mayoritariamente en la basílica del Cisne, en Loja.
Su caminata en el mes de agosto se convirtió en una de las romerías más grandes que se registran en el país.
Ayer, a partir de las 08:30 desde el mismo sector en una procesión que llegó hasta el Estadio Alejandro Serrano Aguilar, miles de devotos la acompañaron en el trayecto y otros la esperaban en el escenario deportivo.
“He venido desde el cantón Sígsig, no quise perder este momento para estar cerca de la virgencita”, expresó Carmen Pacheco, quien con su familia madrugó para llegar a Cuenca y para acompañar la imagen, considerada por sus fieles como milagrosa.
A las 11:00 se celebró la misa campal en homenaje a la “Churonita”. Bajo un intenso sol miles de personas siguieron la homilía que fue celebrada por el nuncio apostólico de Ecuador, Andrés Carrascosa Coso, en representación del papa Francisco.
Carrascosa habló en su predica de la unidad familiar y sobre la cercanía a Dios y la Virgen.
“Muchas veces más saben de las telenovelas que de la Biblia, porque la tienen bien guardada”, manifestó el representante del Papa a modo de observación.
En la homilía estuvieron, además de Carrascosa, el arzobispo de Guayaquil, Luis Cabrera; diáconos y sacerdotes de las provincias del país.
“Siempre quise estar cerca de la virgencita”, indicó Carlos Jarama, quien llegó desde Santa Isabel y se ubicó en un sitio preferencial en la cancha para estar cerca de la imagen.
La misa duró más de 90 minutos, mientras que elementos del Cuerpo de Bomberos, Cruz Roja, Policía Nacional, daban asistencia a las personas que llegaron al estadio. En tanto, los uniformados cuidaban el orden y la seguridad en la parte interna y en las afueras del escenario cuencano.
La Virgen del Cisne permanecerá durante nueve días en la Catedral de la Inmaculada, en Cuenca. (I)