Tal como estaba previsto, ayer llegó la imagen de la Virgen del Cisne a la capital lojana, luego de tres días de caminata y una de descanso.

Los largos 37 kilómetros que separa el cantón Catamayo con Loja  fueron cubiertos por los devotos que salieron a las 06:00 y como a  las 17:00 entraron con la imagen por la denominada Puerta de la Ciudad, donde era esperada por los asistentes y autoridades de la ciudad y provincia.

La Virgen del Cisne y sus acompañantes hicieron una parada en el sector denominado La Urna y tras una misa continuaron hasta la ciudad. En Loja fue recibida con su vestimenta típica, luego la vistieron con un traje de reina y continuaron el recorrido hasta La Catedral, donde también se cumplió una misa. Posteriormente se realizó un evento cultural-artístico, dijo el alcalde de la urbe, Bolívar Castillo.

Católicos de las provincias de Azuay, Cañar, El Oro, Zamora Chinchipe se unieron en esta travesía que comenzó el jueves anterior, cuando salió desde su basílica situada en la parroquia de El Cisne. La imagen ahora permanecerá en la Catedral de Loja hasta el 17 de noviembre, fecha que regresará hasta su iglesia. De igual manera recorrerá parroquias y cantones del sur del país.

La llegada de la Virgen del Cisne motivó la actuación de varias instituciones en diferentes ámbitos, una de ellas es la Unidad de Control Operativo de Tránsito (UCOT) que se encargó de facilitar la movilidad.

El plan de contingencia permitió el cierre de la vía Loja-Catamayo en la medianoche.

Esta medida se adoptó por cuanto la mencionada vía es estrecha y se quiso evitar accidentes, por ello en la Av. Villonaco hubo control con personal de policía de tránsito para permitir el acceso solo a vehículos con salvoconductos. “Los particulares tuvieron que ir por la Intervalles”, precisó Juan Carlos Maldonado, jefe de la UCOT.

Vías del centro de la ciudad también fueron cerradas, además las calles que son regeneradas. (I)