Moradores de los sectores aledaños al parque industrial de Cuenca, ubicado en el noreste, vivieron momentos de nerviosismo el martes alrededor de las 20:30, al percibir un olor a sustancia química mezclada con el aire.

Ante las quejas de los ciudadanos, miembros del Cuerpo de Bomberos empezaron el rastreo del lugar de dónde provenía y constataron que se trataba de una empresa fabricante de pinturas y pegamentos.

El inconveniente se suscitó debido a una fisura que se produjo en un condensador de una máquina, en la que se realizaba un proceso de polimerización de los colores, informó María Belén Pacheco, directora (e) de la Comisión de Gestión Ambiental (CGA) del Municipio.

Explicó que en la planta se trabaja con acrilato de etilo, una materia prima que sirve para la elaboración de pintura, cuya evaporación no fue bien conducida por un acople deficiente, lo cual generó un agujero por el que salió el vapor hasta llegar a las zonas aledañas. “Es un inconveniente de la máquina que fue importada. Hoy (ayer) el gerente de la empresa me entregó los estudios y hemos logrado evitar que esto se vuelva a suscitar”, acotó.

Descartó que exista una sanción a los propietarios de la compañía, debido a que actuaron inmediatamente para prevenir que la contaminación continúe.

Expresó que las actividades  que se desarrollan allí están enmarcadas en los planes de manejo que obliga el Municipio. “Este compuesto tiene una toxicidad baja. Es más bajo que inhalar diésel, lo llamativo es ese olor porque tiene un umbral de olor alto”.

Unos 40 alumnos de la Universidad Politécnica Salesiana, ubicada a unos 900 metros del parque industrial, fueron evacuados, pues algunos de ellos presentaron síntomas de mareos, ardor en los ojos y vómito. “En la empresa no se registraron víctimas con inconvenientes graves”, finalizó la funcionaria.

Los olores llegaron hasta las inmediaciones del Instituto Tecnológico Sudamericano, sector de San Blas, en donde los vecinos estaban alarmados. “A pesar de ello nadie sufrió mayores consecuencias, contó”, Oswaldo Ramírez, coronel del Cuerpo de Bomberos de Cuenca.

Pacheco aseguró que constantemente se realizan monitoreos en las entidades que laboran en el parque industrial, para verificar que se cumplan con las exigencias ambientales.

Empresas con permisos

Ramírez, comentó que todas las empresas que funcionan en la zona (112), cuentan con los permisos del Control y Fiscalización del Consejo Nacional de Control de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas (Consep) y de la institución a la que representa para la utilización de materia prima en la elaboración de distintos productos.

Sostuvo que cada planta está equipada con un sistema de defensa contra incendios, que incluye  implementos y estrategias de acción, así como personal idóneo y capacitado por el departamento de seguridad industrial. “El objetivo es que los integrantes de las empresas puedan dar soporte hasta que lleguemos a los lugares”, puntualizó.

Moradores preocupados

Daniel Durán, quien tiene una vivienda en el barrio Santa Catalina, ubicado a 200 metros del parque industrial, manifestó que hay días en que los olores emitidos desde las fábricas son insoportables. “Los vecinos que están más cerca a las fábricas dicen que la situación, ahí, es peor”, afirmó.

Lo mismo indicó Paola Moreno, quien además señaló que en el barrio existen muchas personas con enfermedades como asma y alergias. Ella presume que eso se debe a que viven cerca de las fábricas. “Yo tengo rinitis y creo que es por el olor y humo que emanan las industrias”.