No empezaba el día y un grupo de feligreses cubiertos con colchas, bufandas y varios abrigos iniciaron la  caminata.  

Tras la misa de despedida que se realizó a las 06:00  en la Basílica de El Cisne, la venerada imagen de la  Virgen del Cisne emprendió su primer recorrido desde la parroquia  de residencia hasta la jurisdicción rural San Pedro de la Bendita, a una distancia de 25 km.

Los devotos que llegaron de diferentes partes del país acompañaron con cantos a la Churona, en la peregrinación hacia  Loja. Un cordón de policías se formó para custodiar a la efigie sagrada desde el interior  del templo hasta la carretera.

Autoridades eclesiásticas y civiles  entregaron oficialmente la escultura sacramentada a la entidad policial a las 07:15, mientras que los  fieles arrojaban flores a la urna.

Armando Jiménez, rector del santuario, dijo que los habitantes de la parroquia se quedaban tristes por la ausencia de su patrona.

Aproximadamente a las 11:00 se realizó la segunda misa en la hacienda La Bendita. Mientras duró la eucaristía, los devotos aprovecharon de ese tiempo para descansar, comer y llenarse de energías para continuar la jornada.

Cubierta con una gorra y entonándole cantos  a la Virgen, Rosa Cárdenas, quien acudió con toda su familia, marchó ayer por la vía. “Ella significa mucho para mí. Es nuestra madre. Queremos ser el ejemplo como progenitoras”, dijo.

Durante el trayecto, los devotos se turnaron para cargar la urna que protege a la imagen.Los conocidos “gancheros” fueron los encargados  de coordinar con los creyentes que querían llevar sobre sus hombros la imagen.Bonifacio Macas, nativo de El Cisne, fue el primero en movilizarla. “Llevamos la corona, las vestimentas y las joyas”, precisó.

Él forma parte de un grupo conformado por 40 personas denominadas “gancheros”. Ellos, antes de la peregrinación, reciben charlas de relaciones humanas y consejos para mantenerse saludables. “Nosotros también vamos explicando a la gente acerca de la historia de la Churona y la fe que le tenemos”, dijo Macas.

“La promesa de este año fue cargar la imagen. Por eso estoy desde la madrugada esperando mi turno”, dijo Pedro Cevallos, que quiere ser uno de los primeros en ingresar en el círculo de seguridad, formado por policías y “gancheros” para llevar la imagen.

A los miles de devotos no les importó dormir las noches anteriores  en los costados de la parte interna del santuario y en sus exteriores.   

Algunos lo hicieron sobre la fría baldosa y otros sobre una estera. No importó la circunstancia, su objetivo era acompañar a la imagen desde el inicio de la peregrinación. “Todo se hace por agradecerle los favores y la salud que nos da. Hoy estamos en la caminata sin ningún problema, así se haya dormido en el piso, tenemos fuerzas para acompañarla”, dijo Paola Sanango, oriunda de Machala.

Cerca de las 15:00 la imagen llegó a San Pedro de la Bendita. Ahí permaneció junto a sus devotos para  continuar hoy el recorrido de 15 kilómetros hasta la parroquia María Auxiliadora, de Catamayo.

DATOS

Un total de 337 uniformados resguardaron las festividades en la parroquia El Cisne, desde inicios de mes.

Durante esos días hubo 99 detenidos por cometer delitos menores. En tanto, cuatro personas de nacionalidad peruana fueron deportadas.

Cerca de 245 policías resguardaron a la sagrada efigie en el primer tramo de recorrido entre El Cisne y la parroquia San Pedro de la Bendita.

Al mediodía el cielo se nubló, lo que fue favorable para que los devotos puedan avanzar con el recorrido.