El corte de energía que afectó -hasta el mediodía de ayer- a 12 de los 14 cantones de la provincia de El Oro dejó pérdidas incalculables en el comercio.

La caída de dos torres de transmisión eléctrica de 138 mil voltios, en la vía La Peaña–San Idelfonso (cantón Ponce Enriquez), dejó sin el servicio a los casi 525 mil habitantes que tiene la región.

Ayer por la mañana, solo la capital provincial, Machala, y el cantón Pasaje contaban con el fluido en algunos sectores, gracias a la interconexión que se mantiene con el Perú. Mientras tanto, en el resto de la provincia, pequeños y medianos negocios no podían atender al público por la falta de electricidad.

En los hogares, las amas de casa  de Portovelo (en la parte alta), no sabían lo que iba a suceder con los víveres que guardan en el refrigerador. María Dolores Crespo teme que la mayoría de los alimentos se haya dañado por todo el tiempo (casi 21 horas) sin conservarse en frío.

En cambio, Hernán Alvarado, gerente del comercial San Vicente (almacén de ferretería y de productos para la minería), en este mismo cantón, no pudo vender nada. Prefirió no hacer un cálculo de las pérdidas, pero aseguró que son elevadas. En Piñas, Portovelo, Zaruma y demás poblados de la zona alta recién a las 15:00 se restableció el servicio, pero a las 18:30 nuevamente estuvieron a oscuras.

Desde la noche del miércoles las autoridades y los técnicos de la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL) Regional El Oro, elaboraron un plan de contingencia para trabajar las 24 horas y  restablecer el servicio  en toda la provincia.

En Machala, las primeras horas del apagón causaron un caos en el tránsito vehicular, especialmente a las 19:00, cuando trabajadores y estudiantes salieron masivamente.

En el paradero de las calles Buenavista y Rocafuerte, al menos unas 200 personas esperaban un  bus que los llevara a su lugar de destino. Las tiendas de los diferentes barrios vendieron en pocas horas el stock de velas debido a la gran demanda. Los bares de la zona rosa de Machala y los restaurantes reportaron pérdidas por la escasa clientela.

En el caso de los comedores, la mayoría se quedó con la comida preparada, tal como sucedió con Cecilia Reinoso, dueña de un asadero de pollos en el centro de la urbe. En las cámaras de la producción orense, sus dirigentes, hasta el cierre de esta edición, evaluaban el monto del perjuicio.

Manuel Hurtado, dueño de una heladería, manifestó que de nada le sirvió comprar un saquillo de hielo, ya que no pudo evitar que se derritieran sus productos.

El Ministerio de Electricidad y Energía Renovable, a través de un boletín, dijo que cuadrillas de mantenimiento de la Celec–Transelectric trabajaban en la zona instalando torres de emergencia para superar el problema. De acuerdo a las previsiones de los técnicos, la emergencia debía estar superada en la tarde de ayer.

La cartera de Estado pidió comprensión y colaboración a la ciudadanía, además de que ahorren energía en los sitios en los que había sido restablecido el servicio. “Al momento todos los esfuerzos del sector eléctrico están encaminados a superar el problema. Conforme avancen las investigaciones se  informará sobre las causas que motivaron esta contingencia”.

El Ministerio aseveró que gracias a la importación de unos 40 MW desde el sistema eléctrico peruano se pudo proveer el fluido a varios sectores de Machala y Pasaje. “Debemos destacar la inmediata y positiva respuesta de las autoridades del Perú para atender nuestro requerimiento”, señaló el boletín de la cartera de Estado.