La “Bahía Histórica de Guayaquil” cierra una controversia marítima
Los límites marítimos entre Ecuador y Perú quedaron definitivamente establecidos con la declaratoria de Bahía Histórica al Golfo de Guayaquil. Seis meses duró el trabajo de asesores jurídicos, técnicos y oficiales de las respectivas Marinas para alcanzar el acuerdo plasmado la tarde de ayer en un documento que firmaron los presidentes Rafael Correa y Ollanta Humala.
Al mediodía, el viceministro de Relaciones Exteriores, Marco Albuja, explicó que el acuerdo consta de diez puntos en donde se expresa, entre otras cosas que las aguas del Golfo de Guayaquil pertenecen de forma secular a cada Estado, en sus respectivas áreas de soberanía y su jurisdicción. Además, que se constituyen en una unidad geográfica y ecosistémica por la explotación de los recursos naturales, intercambio comercial y navegación.
La ensenada limita al norte con la península de Santa Elena en Ecuador y al sur con Cabo Blanco en Perú. La declaratoria asegura un área de protección de 16.836 kilómetros.
Albuja manifestó, en una breve exposición en el centro de convenciones Jardines de San Joaquín, que Ecuador y Perú profundizarán los estudios y reforzarán la cooperación en beneficio de la inclusión social de las poblaciones, en especial las ribereñas del golfo. “Los Estados celebrarán acuerdos de conservación, exploración y la explotación sostenible de los recursos naturales, así como para la lucha contra los efectos del cambio climático, el combate a las actividades ilícitas y otros asuntos de interés común”, aseveró.
En lo concerniente a la exploración y explotación de recursos compartidos en el límite marítimo, como petróleo y gas, sostuvo que se adaptarán acuerdos específicos, los cuales serán acompañados por las políticas públicas de ambos gobiernos.
Proyectos atrasados
Un mea culpa, por los proyectos aún inconclusos, se hicieron los presidentes en el marco de la VI Cumbre Binacional que se realizó en Cuenca. Correa y Humala estuvieron acompañados por sus respectivos ministros de Estado, quienes pasaron revista a los proyectos binacionales que se han levantado en la zona de frontera.
Los mandatarios llegaron muy temprano a la capital azuaya. El anfitrión lo hizo casi a las 08:20, mientras que el visitante arribó a las 09:10. El gobernante peruano arribó en un avión Boeing 737 de la Presidencia y lo hizo con una comitiva integrada por varios ministros, empresarios e invitados especiales.
Tras cumplir con el protocolo y pasar revista a las tropas de las Fuerzas Armadas que estaban en el aeropuerto Mariscal Lamar, los mandatarios recorrieron el centro histórico de Cuenca en un bus de dos pisos. En las calles muchos ciudadanos llegaron con banderas de Ecuador para saludar a los presidentes.
Esta es la primera vez que se realiza una cumbre de jefes de Estado en la “Atenas del Ecuador”. La Policía desplegó un operativo con más de 200 uniformados que estuvieron en lugares estratégicos de la urbe ayudando con el tránsito, pero también con la seguridad de los mandatarios. El Ejército mantuvo acordonado el aeropuerto y también el centro de convenciones, donde solo personal autorizado pudo ingresar para la reunión de los presidentes.
Un helicóptero de las Fuerzas Armadas vigilaba el movimiento de las personas y de la comitiva que se instaló en el centro de convenciones Jardines de San Joaquín, un lugar turístico ubicado a unos 15 minutos del centro de la urbe. Ya en la cita presidencial de la mañana se enfocaron cuatro ejes temáticos, como el de seguridad, que fue presentado por el Ministro de Defensa del Perú y que al decir del canciller ecuatoriano Ricardo Patiño existen avances considerables, sobre todo en el desminado humanitario.
También se trató el tema social y cultural, donde se destacó el fortalecimiento de los hospitales de la frontera y un aumento en calidad y cantidad de personas que necesitan de estos servicios.
Otro de los temas que fueron expuestos en la cita binacional fue el referente a la vialidad e interconectividad. Se hizo referencia a la navegabilidad en el río Morona, que en breve será la vía por la que empresarios ecuatorianos y peruanos movilicen mercadería entre las dos naciones.
Finalmente abordaron asuntos relacionados al sector productivo. Se destacó la trascendencia del convenio entre Petroecuador y Petroperú para el transporte de petróleo desde el suroriente ecuatoriano.
Llamado a un trabajo conjunto
El presidente ecuatoriano Rafael Correa, en un discurso que no le tomó más de 9 minutos, dijo que es necesario trabajar mancomunadamente para sacar adelante los proyectos que van en beneficio de ambas naciones. “Estamos haciendo historia. Dos países hermanos que nunca debieron estar distanciados, hoy estamos trabajando juntos”, comenzó señalando el mandatario.
Añadió que la paz no es solo ausencia de guerra, sino que también es presencia de justicia, de dignidad, de servicios básicos. También indicó que se ha avanzado en diferentes temas, pero falta mucho aún por recorrer.
En el asunto comercial indicó que ha incrementado el intercambio de las dos naciones hasta superar los $ 3 mil millones. “Se ha avanzado, pero el camino es largo”, dijo. Y agregó que, si bien hay logros, aún faltan cosas por poner en marcha, como los vuelos transfronterizos que tuvieron su inicio, pero que luego los empresarios los dejaron de lado, supuestamente por falta de demanda de pasajeros.
Asimismo, se refirió al proyecto Puyango-Tumbes, del que dijo que cada día encuentra obstáculos. “Nos dan informes de que hay un avance del 80%, pero son términos de referencia para llamar al correspondiente concurso”, indicó, al tiempo de señalar que el proyecto no puede durar más tiempo para ser realidad.
Con relación al desminado de la frontera, manifestó que aún existen, aproximadamente, cien mil minas más que deben ser retiradas en la frontera. “Hay un proceso integracionista y debe haber políticas comunes, y entre ellas, la de defensa”, dijo al hacer un llamado para ejecutar el desminado “lo más pronto posible”.
Indicó que este proceso debe servir para avanzar en las propuestas, en los programas y políticas. “Marchan lentamente, e incluso se han detenido. Que no sirva solo para empujar 15 días antes del gabinete porque los presidentes van a pedir cuentas, sino permanentemente y con metas claramente señaladas”.
A criterio del mandatario ecuatoriano, aún hay desconfianza entre las Fuerzas Armadas. “Todavía existe eso, presidente Humala. No nos engañemos. Hay desconfianza entre nuestras instituciones, entre las Fuerzas Armadas, y eso debe ser totalmente superado".
En su alocución, Humala reconoció que hay lentitud en las burocracias estatales. Añadió que en las poblaciones fronterizas hay avances, incluso superiores a los de los gobiernos.“Los pueblos que viven a uno y otro lado ya se van organizando y conviven. Ellos desarrollan sus mercados y circuitos comerciales y lazos de amistad”, ponderó.
Según el gobernante peruano, es importante que ambos regímenes sigan el ritmo que los pueblos imprimen. “Hoy en día es importante mejorar eso cuando tenemos la crisis en la zona euro, en EE.UU. y China, que son los compradores nuestros”. El desarrollo de los países, resaltó Humala, no solo lo dan la banca o los actores económicos. “Lo dan la chola cuencana o el compañero que va a pie”, enfatizó.
Añadió que es hora de que otras naciones se unan a los acuerdos de integración fronteriza. En el tema del proyecto Puyango-Tumbes dijo no entender cómo han transcurrido cuarenta años sin que avance. “Este es un reto. Debemos demostrar que no somos incapaces y que tenemos voluntad. Es un reto para la burocracia, para que trabaje más de 8 horas”, acotó. Humala hizo un llamado a Correa para reactivar el sistema de becas entre los dos países.
Una lucha contra la pobreza
El canciller Ricardo Patiño recordó que en el V Encuentro Binacional, realizado en Chiclayo-Perú, se suscribieron cinco convenios sobre temas de seguridad, cinco en la agenda cultural y social, tres de integración y conectividad y uno en asuntos productivos y ambientales.
El secretario de Estado puntualizó que hubo un hecho muy significativo de cumplir antes de finalizar este año, como es la declaratoria de Bahía Histórica del Golfo de Guayaquil, hecho que se registró ayer y fue calificado como un momento especial y significativo para las relaciones de los dos países.
Para el funcionario, el objetivo de estas citas son la inclusión social de los pueblos y la lucha contra la pobreza, especialmente de las poblaciones fronterizas. “Hemos avanzado, pero no lo suficiente. No hicimos todo lo que podríamos haber hecho y creo que ha llegado el momento de encontrar nuevas formas de organizar nuestro trabajo conjunto”.
En la ceremonia de la mañana también intervino Tomás Arízola, alcalde de Aguas Verdes, en representación de la Asociación de Municipalidades de la Región Fronteriza. El delegado de los cabildos manifestó que ellos son los más interesados en el desarrollo del proyecto Puyango-Tumbes. Subrayó que con el riego garantizado será posible crear fuentes de empleo.