Luego de más de 5 horas de debate, ayer, el Concejo Cantonal de Cuenca aprobó, en segunda instancia, la ordenanza que regula la compra, venta, entrega gratuita y consumo de bebidas alcohólicas en los espacios públicos del cantón.

La norma establece una sanción del 50% del salario básico unificado a quienes consuman licor en los espacios públicos y, en caso de reincidencia, el doble de la multa.

Del documento, que consta de 5 capítulos e inicialmente 18 artículos, fue eliminado el número 7, que autorizaba el consumo de licor en fiestas populares, tradicionales, parroquiales y de independencia.

La separación de este, fue planteada por la edil, Ruth Caldas. Con 14 votos a favor y 3 en contra se apoyó esa propuesta. “Si empezamos a regular, regulemos con firmeza y eso viene de la mano de no generar excepción alguna”.

Esto no fue compartido por la concejala, Monserrath Tello, quien explicó que la salvedad de ese artículo buscaba preservar manifestaciones culturales y tradicionales como la repartición de la chicha de jora en el Pase del Niño.

A criterio de Tello, se trata de una normativa inaplicable que no ataca los problemas de fondo.

Luego de la aprobación de los 17 artículos de la normativa, para el alcalde Marcelo Cabrera, viene la parte “más dura”: el control.

En la actualidad, la Policía Municipal cuenta con 54 guardias que, a criterio del Burgomaestre, son insuficientes para la vigilancia.

Por este motivo, indicó que las inspecciones tienen que ser una acción coordinada con la Policía Nacional. La ordenanza, dijo Xavier Barrera, se basa en un principio de complementariedad: en la competencia del Municipio en cuanto al uso del suelo y la del Ministerio el Interior, para controlar el orden público y seguridad ciudadana.

Los ediles, sobre todo del bloque Participa-Igualdad, esperan establecer, en un par de meses, cuál ha sido el impacto de la ordenanza en los índices del consumo de licor.