A orillas de los ríos de Cuenca se implementan 10 hábitats artificiales, para la conservación de anfibios en peligro de extinción dentro del área urbana.

Son humedales con  plantas nativas y agua del mismo sector. El objetivo es reintroducir a varias especies de la región, entre ellas: la hyloxalus vertebralis o ranita de los potreros, la gastrotheca pseustes  o rana marsupial, la gastrotheca litonedis o rana marsupial del Azuay y la nelsonophryne aequatorialis o rana fosorial.

El fortalecimiento del rescate e inserción de anfibios y la recuperación de las riberas de los ríos, con flora nativa, forman parte del proyecto de Conservación de la Biodiversidad Urbana, que la Comisión de Gestión Ambiental (CGA) del Municipio presentó al Banco del Estado.

Ello para su financiamiento, con los recursos entregados al Cabildo por haber ganado el concurso Premio Verde.

Por este reconocimiento la institución financiera otorgó $ 300 mil dólares al Ayuntamiento. “Hasta ahora se han invertido $ 200 mil, en la parte de investigación, en la adquisición de equipos de monitoreo y en la construcción de las pozas”, dijo Catalina Albán, directora de la CGA.

La funcionaria señaló que el resto servirá para las fases de adaptación y monitoreo de los anfibios, debido a que el proyecto durará 5 años.

Según Albán los humedales estarán listos hasta el próximo mes, para luego realizar la traslocación de las especies que fueron rescatadas, estudiadas y reproducidas en el Centro de Conservación de Anfibios del Zoológico y Bioparque Amaru.

En 2013, este refugio animal realizó un estudio enfocado al rescate de anfibios en peligro de desaparición dentro de la ciudad, identificando a las cuatro especies. (I)

La rana de los potreros, en mayor peligro

La denominada rana de los potreros está en peligro de desaparecer. Los espacios artificiales que se edifican están en los sectores de: el Circo Social (río Tarqui), av. Primero de Mayo (río Yanuncay), parque El Paraíso y Puertas del Sol (río Tomebamba). “Nosotros iniciaremos con la traslocación, una vez que finalice la  construcción de los humedales  y las condiciones sanitarias nos garanticen la sobrevivencia de estos animales”, dijo Ernesto Arbeláez, director de Amaru. (I)