Ayer se registró en la parroquia Gualleturo del cantón Cañar un incendio forestal de grandes proporciones que consumió al menos 300 hectáreas del páramo del sector.

Por la gravedad  varias instituciones de socorro, inclusive la comunidad actuaron para intentar sofocar el fuego.

“Bomberos, el Municipio de Cañar, la comunidad y guardaparques han unido esfuerzos para apagar el fuego, pero el viento, la sequedad de las plantas por falta de lluvia y el difícil acceso al lugar han impedido que el trabajo sea fructífero”, explicó Melvin Alvarado, director del Ministerio del Ambiente.

Debido a la difícil situación se ha dialogado con la gobernadora del Cañar, Bertha Molina, para que se coordine con las Fuerzas Armadas y recibir apoyo. Ayer se concretó   la llegada de los uniformados al lugar de los hechos, dijo Alvarado.

“La cultura de la gente y la mala costumbre de botar basura en los bosques hace que ocurran estos  incendios.

Por un lado está la idea errónea de que quemando pasto llegará la lluvia y por otro está la mala costumbre e inconsciencia de botar basura, en especial latas y botellas que con los intensos soles provocan incendios que luego se vuelven incontrolables”, aclaró el director.