En alrededor de treinta minutos fueron capturados los supuestos implicados en la muerte del fotoperiodista  Juan Antonio Serrano, hecho registrado la madrugada del domingo anterior en Cuenca.

Una de las invitadas a la fiesta de cumpleaños, evento en el que ocurrió el crimen, fue quien llamó seis veces al ECU-911 tras ver que Juan Antonio desangraba al interior de la vivienda. “La persona dijo que su primo fue herido en el sector del cuello, en la parte derecha y solicitaba ayuda”, reveló  el director de la central de llamadas de auxilio, Fernando Figueroa.

Por la desesperación, los familiares habían dado mal la dirección y los socorristas se dirigieron a la calle Larga y Tarqui, es decir, casi a dos cuadras de donde se produjo el asesinato. La ambulancia llegó en menos de 6 minutos al lugar, mientras los amigos del fotoperiodista le daban los primeros auxilios tratando de detener la hemorragia.

Ellos (amigos y familiares) recibían telefónicamente la asistencia de una doctora, mientras los paramédicos llegaban al lugar del crimen. Según Figueroa, los presentes cerraron la puerta de ingreso por temor a ser atacados y pidieron que tocaran la sirena para abrir.

Poco hicieron los paramédicos, dijo una de las personas que estaba en el sitio y no reveló su nombre, pues Juan Antonio había recibido una puñalada en la yugular difícil de neutralizar. La misma persona indicó que los carros (dos), en los que se encontraban los jóvenes involucrados en el asesinato, estaban estacionados frente a la vivienda desde   temprano en la noche.

Uno de los acusados trabaja en una empresa privada, dos estudian en la Universidad de Cuenca, otro cuida a su abuela, uno tiene un almacén de celulares y el último no trabaja, ni estudia, según datos de una agente policial. 

Tras conocer este hecho de sangre, la Policía armó un operativo para ubicar a los dos vehículos y sus ocupantes, los seis implicados, uno de ellos, en completo estado de ebriedad, dormía en el carro.

Según las cámaras de vigilancia, los individuos se fueron por el sector del mercado 27 de Febrero y pasaron por la avenida del mismo nombre, donde arrojaron el cuchillo que ocasionó la muerte de Juan Antonio.

El cuchillo, según el agente que tomó procedimiento, era de la casa y, supuestamente, se lo utilizaría para cortar la torta. El comandante de Policía de Azuay Nº 6, Lenín Bolaños, junto con otro uniformado abordaron a los sospechosos en las calles Bolívar y Borrero, en ese momento ya eran las 02:06.

Bolaños dijo que el supuesto homicida se lo llevó a un lado para dialogar, mientras los demás estaban contra la pared. Uno de ellos habría informado con detalles quién utilizó el arma blanca.

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