El transporte urbano de Cuenca requiere un cambio profundo. A esa conclusión llegaron los integrantes de la Defensoría del Pueblo y algunos de los concejales del cantón. Según una encuesta realizada por la entidad a 245 personas, usuarias del servicio, no existe la confianza ciudadana suficiente para viajar en los buses.

El 35% señaló que no hay seguridad en la transportación, mientras que el 22% indicó que el trato no es cortés por parte de los conductores hacia los usuarios. El monitoreo también reveló que la tarjeta Urbania no tiene un buen funcionamiento, pese a que su uso tiene más de tres años.

Del mismo modo, el 12% de los usuarios consultados expresó que las unidades no están en buenas condiciones. En el estudio se determinó que 4 de cada 10 pasajeros son objeto de algún discrimen. Según los datos, en un 60% son los mismos transportistas quienes discriminan a los pasajeros y en un 40% los usuarios en el interior de las unidades.

Siete de cada diez personas señalaron que las personas con capacidades especiales son los más perjudicados porque no se les facilita el acceso a las unidades de transporte.

Con estos antecedentes, el comisionado regional de la Defensoría del Pueblo, Iván Granda, dijo que urge una campaña para concienciar a los choferes del servicio público y también a los usuarios para que no haya este tipo de problemas.

Al respecto, Iván Quizhipi, presidente de la Cámara de Transporte, se preguntó: ¿Y cuántas personas discapacitadas frecuentan los buses?

Según manifestó el dirigente de la transportación, apenas el 2% de todos los pasajeros -que se calcula en unos 160 mil diariamente en Cuenca- tiene capacidades diferentes. Sostuvo que ellos reciben un trato preferente con relación a los demás usuarios.

En la muestra, que fue presentada ayer por la Defensoría del Pueblo, se destaca que los ciclistas y peatones no son respetados por parte del transporte urbano. Por estas razones se trabaja en la campaña “Cuenca, transporte con derechos”, la cual busca cambiar los malos hábitos, tanto de conductores como de usuarios de los buses.

Educación, lo básico

La campaña se desarrollará entre el 8 de noviembre y el 8 de diciembre. Para la concejal Juanita Berzosa  es importante que la suma de esfuerzos se dé para salir adelante en la transportación e ir generando reacción en la ciudadanía y en la transportación. “Con la EMOV  vamos a insistir para que se vuelvan a colocar los formularios que existían para receptar las denuncias”, dijo.

Por su parte, Jaime Moreno, también edil cuencano, señaló que no siempre es bueno ejercer solo  presión o  castigo, sino también la educación en todos los sectores. El dirigente de los choferes, Quizhpi insistió en que ha mejorado el servicio en Cuenca, pero también falta colaboración de la ciudadanía.

Afirmó que la encuesta realizada por la Defensoría no se apega a la realidad y que existen otros estudios con datos más reales. El año anterior, aseguró, se adquirieron cuatro unidades nuevas para sustituir a las que cumplieron con su vida útil. “Vamos a seguir invirtiendo para mejorar el servicio, que es nuestro principal objetivo”, añadió.

En lo referente a las tarjetas Urbania que sirven para el pago en el transporte, comentó que se hacen mantenimientos permanentes y se abren nuevos sitios para que puedan ser adquiridas.