“Quince años atrás podíamos pescar, veíamos más pelicanos y gaviotas, ahora son muy pocas las especies que vuelan por acá; creemos que es por la contaminación que se ha agravado en el estero”, dijo con nostalgia Jacinta Pérez, en referencia al estero Huaylá, en la parroquia Puerto Bolívar, provincia de El Oro.

Y es que el brazo de mar, considerado el más largo de la provincia, con 4,5 km, está afectado por la polución, pues recibe descargas directas de desechos domésticos, principalmente de basura y de aguas servidas, producto del asentamiento de pobladores en sus márgenes, lo que trae como consecuencia el aumento en las concentraciones de materia orgánica. A lo largo del caudal se puede encontrar botellas plásticas, gasolina, aceite de motor fuera de borda, barcos abandonados, material de pesca y quintales de materia fecal, lo que evidencia la contaminación.

La lenta agonía del Huaylá está provocando que las especies mueran, ejemplares quedan atrapados en redes inservibles o se ven afectados por el hidrocarburo que se lanza al mar. Hace más de 15 años los residentes aseguran que podían pescar tranquilamente, recolectar conchas y cangrejos, esa actividad ha desaparecido en el lugar y ahora solo es un canal de paso para más de 3.500 embarcaciones, la mayoría de pesca artesanal.

Rocío Reinoso, presidenta del Centro Ecológico de Puerto Bolívar, organización que por años ha defendido la no contaminación del brazo de mar, ha demostrado en reiteradas ocasiones los puntos críticos del estero.

Justamente los lugares más contaminados son donde se descargan las aguas servidas sin ningún tratamiento. Asegura que el estero Huaylá morirá sino se interviene para remediar la polución. Reinoso dijo que han logrado que las autoridades de competencia ambiental incorporen en sus agendas de trabajo actividades y medidas para mejorar el ambiente en el estero Huaylá.

Aunque, dijo, en 2014 no se ejecutó ningún proyecto para la remediación; sin embargo, han propuesto que en este 2015 se trabaje en acciones concretas y soluciones reales.

A lo largo del canal hay 2 gasolineras y los envases de aceite de motor son lanzados al mar contribuyendo aún más a la contaminación y a que las especies marinas emigren a otro lugar. En 2012, la contaminación indiscriminada llegó a su punto crítico, tanto así que se denunció ante la Fiscalía de El Oro, con el objetivo de sancionar a los responsables. Empero, hasta la actualidad, organizaciones ecologistas no ven respuestas.

La remediación se ha estancado

Reinoso asegura que varios proyectos de remediación ambiental han quedado solo en papel. Recordó que hace aproximadamente 3 años el tema de la contaminación fue llevado a la Asamblea Nacional, a través del exasambleísta Rolando Panchana; sin embargo, hasta ahora no hay una solución concreta. “Lo que anhelamos es que el Gobierno realice una intervención en nuestro estero como se hizo en la ciudad de Guayaquil, con el Salado, ya que para nosotros el Huaylá es un referente y una fuente de trabajo”, dijo la dirigente.

Existen varios estudios que revelan la contaminación en el lugar, uno de ellos es el del consorcio Neoambiental, contratado por el Municipio de la ciudad en 2006.

En ese entonces se evidenció que en el Huaylá el oxígeno disuelto presenta condiciones críticas debido a las descargas de aguas residuales (tanto domésticas como industriales) sin previo tratamiento que contaminan su calidad.

El documento también indica que donde nace el estero se presentan altas concentraciones de coliformes fecales, que se sitúan en cifras superiores a los 600 NMP/100 ml, que rebasan con amplitud el límite de 200.

Es decir que diariamente un promedio de 10 mil kilos de heces son descargados sin ningún tipo de tratamiento a los esteros Huaylá y Santa Rosa, esto equivale a 10 toneladas de heces por día. Aunque haya pasado cerca de 9 años, la contaminación por aguas servidas sigue en aumento.