El barrio 9 de Octubre era considerado inseguro y desordenado desde hace varios años, pero ahora muestra una nueva cara a sus moradores y transeúntes.     

El mejoramiento del mercado, de la Plaza Cívica, la remodelación de la Plaza Rotary y la creación del Centro Comercial Popular, hicieron que el lugar insalubre se vaya organizando y adquiriendo un nuevo aspecto.

La barriada está localizada al nororiente, en el centro histórico de Cuenca, y es una de las más antiguas y tradicionales.

Por muchos años, según el morador Sandro Pizarro, se trataba de un lugar en donde a más de la desorganización y la delincuencia, se sumaron otros problemas sociales como a indigencia y la prostitución.

Hoy en día,  este sitio patrimonial presenta un aspecto agradable, pero lo que no termina de solucionarse es la inseguridad. “Aún hay antisociales que deambulan en la plaza y simulan ser vendedores ambulantes. En el mínimo descuido les roban  las pertenencias a las personas”, dijo.

La zona también es comercial y sus calles principales como la Mariano Cueva, Gran Colombia, Antonio Borrero, Gaspar Sangurima y Mariscal Lamar están llenas de locales que se dedican a la venta de ropa, comida, artefactos y otros artículos.

Arranchadores e  indigentes todavía rondan por algunos sectores de este populoso barrioHay vendedores que se han tomado las veredas causando malestar no solo a los vecinos, sino también a los formales.     

Para Rosa Matute, dirigente de la Asociación Unión y Progreso, del mercado 9 de Octubre, esto   afecta a los ingresos de sus colegas y  a los transeúntes. “Nosotros pedimos, cuando se hizo la remodelación, que en ocho cuadras a la redonda no se vendan comestibles, pero ahora vemos que son más quienes ofrecen alimentos”, dijo Matute. Añadió que los peatones deben transitar por el filo de la vereda debido a la presencia de estas personas.    

Este malestar es compartido por otros moradores como Pablo Cando, quien aseguró que el comercio informal no favorece al aspecto de la urbe. Reconoció que detrás de esa actividad existen familias que necesitan subsistir. “Debido a su presencia, las calles están sucias y los ladrones se aprovechan, pero también hay que pensar en los seres humanos que no tienen trabajo”, dijo.

Pero no todo es negativo, dijo Cando, quien destacó que el sector posee varios atractivos que lo han convertido en un lugar turístico.

Entre ellos están la Plaza Cívica, que a más  de ser un lugar en donde los informales se esconden para evitar ser sorprendidos por los  miembros de la Guardia Ciudadana, también se ha convertido en un sitio en  donde  cantantes populares muestran su talento.       

A pocos metros se encuentra la Plaza Rotary que forma parte del barrio y que es uno de los espacios recorridos por visitantes nacionales y extranjeros.  

Otro sector emblemático es el Centro Comercial Popular, sin dejar de lado la plazoleta Hermano Miguel, donde se encuentra el monumento del santo cuencano.

El barrio a más de su tradición y ser una zona comercial hoy también sobresale en el ámbito deportivo. Tuvo que esperar una década para volver a levantar el trofeo de campeón, en el tradicional Mundialito de los Pobres, un premio que todos quieren ganar.