Egresados de Medicina entre la pena y la alegría
Quinientos egresados de Medicina, de varias universidades del país, tuvieron su día bueno y “malo” ayer en la Jefatura de Salud del Azuay.
El sorteo para ocupar una plaza y realizar el trabajo en el sector rural a muchos no les dejó satisfecho, pues tendrán que alejarse durante un año de sus familias y viajar a sitios apartados del Ecuador. Mientras otros lograron el objetivo de quedarse cerca de la ciudad y de sus familias.
Fue un día intenso, de mucho estrés para algunos. La espera a momentos se transformó en desesperación porque querían saber en qué lugar les tocaba cumplir con la obligación de realizar el trabajo, previo a ingresar al campo profesional de la Medicina.
A primera hora, 250 egresados de médicos generales estuvieron en el salón del “Museo de la Medicina” listos para participar del sorteo, mientras que en la tarde acudieron los de odontología. Hoy asistirán los de enfermería.
Tras la revisión de los documentos todos se acogieron a las ocho prioridades. La primera hace referencia a las mejores calificaciones, luego las personas con capacidades especiales, tras ellos, las mujeres que tienen niños menores de 2 años, posteriormente las casadas, los casados y al final mujeres y hombres solteros.
Los primeros tuvieron preferencia, pues pudieron escoger su plaza rural e incluso cambiar un área o una provincia con sus compañeros. No así los solteros que no estaban entre los mejores calificados. “Lo que queremos es que ellos retribuyan lo que el Estado les ha dado y que ahora atiendan incluso zonas donde casi no llega un médico”, dijo Marco Zamora, director encargado de la Dirección de Salud.
El sorteo transcurrió lento a momentos por la cantidad de estudiantes que llegaron incluso de la provincia de Chimborazo, Guayas y hasta de El Oro.
Las plazas que más se iban copando eran las de la provincia del Azuay, hacia los sectores rurales de Sayausí, Checa, Victoria del Portete, debido a la selección que hacían los estudiante de más altas calificaciones. Mónica Córdova López, estudiante de la Universidad de Cuenca, dijo que este proceso está desorganizado.
Además mencionó que ella preferiría un lugar cerca porque le sería difícil dejar a su familia si le asignasen un lugar lejano. “Va a ser un cambio complicado, pero me tengo que acostumbrar y seguir porque obligatoriamente hay que hacer la rural”, dijo un tanto apenada. Ella solo esperaba su turno para saber a qué plaza tenía que trasladarse.
En este sorteo también se hicieron presentes ocho estudiantes de la Universidad de Guayaquil que llegaron muy temprano a la Jefatura de Salud, pese al frío de la mañana al cual no están acostumbrados.
Stephanie Briones Dolberg dijo que le va a ser muy difícil alejarse de su familia en caso de que salga sorteada a una provincia que no sea la de ella. En tanto María Augusta Abril, de la Universidad Católica de Cuenca, quien se encuentra en estado de gestación, salió emocionada porque le asignaron al centro de salud “Virgen de Milagro”, a escasos 10 minutos del centro de Cuenca.
Ella ganó este lugar luego del sorteo que se realizó entre las cinco mujeres que estaban en este estado. Abril por poco gritó de emoción al enterarse. Los egresados deben iniciar su trabajo desde noviembre de este año hasta octubre del próximo y solo tendrán un mes de vacaciones.