Doce años de reclusión para el coyotero que llevó a Freddy Lala
José Arcesio Vásquez Marín, acusado de tráfico de personas hacia los Estados Unidos, fue sentenciado ayer a 12 años de reclusión mayor por el Tribunal Segundo de Garantías Penales de Cañar.
Los jueces declararon culpable al hombre de 50 años, de estado civil divorciado y nacido en el cantón azuayo de Chordeleg, de ser el autor del delito de tráfico ilegal de emigrantes, tipificado en el inciso primero del artículo 440-A y 440-B del Código Penal. Al “coyotero” se le impuso la pena y además el pago de una multa equivalente a 30 remuneraciones básicas unificadas.
Asimismo, se le concedió el plazo de 10 días para cancelar la sanción económica impuesta y que llega a los $8.700.
El fiscal Xavier Cárdenas hizo conocer que la pena privativa de la libertad se habrá de imputar el tiempo que hubiera permanecido detenido por esta causa.
Se le condena además al acusado al pago de daños y perjuicios, cuyo monto se determinará y establecerá por cuenta separada, según el informe del representante del Ministerio Público. El sentenciado cumplirá la condena en el Centro de Rehabilitación “La Roca” en la ciudad de Guayaquil.
A Vásquez se lo acusó de llevar emigrantes indocumentados a Estados Unidos en agosto del 2010. En ese viaje murieron acribillados 72 personas sin papeles en el estado de Tamaulipas-México. El crimen lo cometió el grupo armado conocido como Los Zetas, uno de los más violentos de la región centroamericana.
De esa matanza el único sobreviviente fue Freddy Lala Pomavilla, quien regresó al país y permanece bajo custodia. El joven dijo en el proceso de investigación que en el mes de julio del 2010 conoció a Vásquez por intermedio de María Alegría Guamán, oriunda de la comunidad de Ger, en la provincia del Cañar.
De esta forma Lala pudo obtener el número del celular de Vásquez, quien llegaba a la comunidad en una camioneta doble cabina. El viaje a los Estados Unidos se pactó por $11 mil. Una parte del dinero tenía que ser entregado cuando llegase a Guatemala.
En su declaración Lala señala que cuando estuvo en Cuenca fue llevado a la casa del “coyotero” donde permaneció un día. Luego fue a Quito y posteriormente hasta Honduras, donde permaneció por varios días. En el viaje también estuvo Pedro Yupa Chimborazo, una de las víctimas de la masacre.
Freddy contó que desde Honduras viajaron una noche a Guatemala en un vehículo Trooper y en ese país permaneció 27 días. “Llamé al señor coyotero, pero no contestó. Entonces me comuniqué con mi esposa, le dije que estaba en Guatema y que no podía salir”.
Indicó que fueron hasta la frontera con México donde llegaron unas 30 personas más. “Nos llevaron para cruzar a Estados Unidos, pero una tarde cuando estábamos caminando nos secuestraron Los Zetas. Nos llevaron a una casa y amanecimos atados de manos. Al día siguiente nos llevaron a un rancho abandonado y nos empezaron a disparar con armas de fuego. Murieron setenta y cinco personas y a mí me hirieron en el cuello.
Cuando estaba acostado me hice el muerto para que no me descubrieran”, recordó el migrante, agregando que un ciudadano de Honduras se acostó en la hierba para que no lo matasen. “Cuando nos levantamos nos escapamos los dos. Caminamos toda la noche hasta encontrarnos con los militares”, dijo.
La defensa del acusado dijo que Vásquez era inocente de ese hecho. Reconocen que si bien hubo conmoción nacional e internacional por la masacre ocurrida en México, todo lo sucedido se le atribuye a Vásquez como si hubiera sido partícipe en el cometimiento de ese delito ocurrido México.