Luego de seis meses de la muerte del cóndor llamado “Arturo” en el sector de Victoria del Portete, en la provincia del Azuay, se logró la detención del supuesto responsable de la muerte del ave.

Se trata de Guillermo N., de 60 años, y muy conocedor de la zona.

A él se le acusa de haber dado muerte a la especie, que posiblemente tenía un año de vida. El cóndor muerto fue visto en las redes sociales en forma de trofeo por un grupo de personas que también rindieron declaraciones, pero a quienes no se les encontró culpables.

Pablo León, agente de la Policía Judicial, expresó que después de ocho días de un trabajo de inteligencia y vigilancia en la parroquia Victoria del Portete, la Policía Judicial del Azuay detuvo a Guillermo N., y fue trasladado hasta Cuenca para su juzgamiento.

Según León, a las 22:00 del miércoles el sujeto fue detenido de manera pasiva cuando circulaba por el sector.

El ciudadano, que permaneció fugitivo durante seis meses, desde la publicación de la fotografía, presentaba cambios en su aspecto físico, seguramente para evadir a la comunidad y pasar desapercibido.

“Es una persona muy conocedora del sector, se escabullía fácilmente en el lugar donde existen varias cuevas y donde se podía camuflar, pero su detención no fue nada del otro mundo”, dijo el oficial.

Asimismo señaló que “la Policía, con boleta de captura en mano, lo llevó hasta las autoridades pertinentes para que cumpla con las debidas audiencias”, manifestó el uniformado.

De su lado, Stéfano Toracchi, director provincial del Ministerio del Ambiente (MAE), dijo que el Código Penal sanciona con 1 a 3 años de prisión por cazar animales en peligro de extinción, más un agravante.

“Por lo tanto, vamos a pedir al Tribunal de dos a cuatro años de prisión para este señor”, expresó.

Toracchi dijo también que ya se le impuso la sanción pecuniaria al posible autor de la muerte del cóndor, la misma que es de $ 5.333 y que debe ser cancelada.

El cóndor era vigilado por un grupo de cuencanos que constantemente fotografiaban su crecimiento.

Fausto Cardoso, uno de los observadores, dijo que lo bautizaron con el nombre de “Arturo” y que tenía un año aproximadamente de vida.