La tristeza y la preocupación ahora se apoderaron de los habitantes del barrio Jesús del Gran Poder, un conjunto habitacional que está ubicado a 300 metros de la ciudadela Jaime Roldós, al norte de la ciudad.

Más de 16 casas se han destruido a consecuencia de los deslizamientos de tierra. En la zona hay grietas de más de 70 centímetros de ancho, las cuales han destruido tanto sembríos como viviendas.

Álex Orellana, residente del lugar, dijo que el deslizamiento de la tierra comenzó hace 2 meses aproximadamente y culpa de ello “a la falta de alcantarillado”. “Los vecinos de la parte alta arrojan toda el agua y vea a donde viene a parar”, dijo, mientras señalaba las zanjas en las pequeñas calles por donde fluye el agua servida.

Orellana regresó desde los Estados Unidos y con lo que ahorró adquirió unos terrenos en el sector. “Al inicio no me gustaba este sitio, pero poco a poco me fui acoplando hasta que construí mi casa que me llegó a costar $75 mil”, manifestó.

Hoy su vivienda está inservible y las paredes se fueron al piso, pero el hombre logró sacar todas sus pertenencias y ponerlas a buen recaudo. Los vecinos del barrio señalaron que hace dos meses solicitaron el apoyo de las autoridades para detener el problema, pero no les han hecho caso. “Solo queríamos que nos den un buen alcantarillado para evitar lo que ahora estamos pasando”.

A un lado de la vía, una casa pequeña está totalmente colapsada. Sus paredes se cayeron y el techo se desplomó. “Esa casa es de mi hermano”, dijo Orellana, tras indicar que su familiar ahora vive en el sector de Las Orquídeas, a donde fue con toda su familia.

En la parte baja del barrio Jesús del Gran Poder, muchas de las moradas han sido evacuadas y los dueños se fueron del lugar. Los muros están en el suelo, el piso tienen aberturas, mientras el techo cuelga de sus estructuras. Solo pedazos de muebles y recuerdos quedan dispersos en las habitaciones. Gloria Minaya habita en el sector desde hace 5 años. Ella vendió su casa en Guayaquil para comprarse una en este barrio.

Me gustó mucho Cuenca y me quedé a vivir en este lugar”, dijo la mujer. Gloria aún no ha desalojado, pero cree que pronto tendrá que hacerlo para evitar una desgracia. “Yo pensé que aquí iba a terminar mi vida, pero ahora ya no sé qué haré. No sé a dónde me voy a ir, pero tampoco me puedo quedar porque la casa se esta trizando”, se lamentó.

La mujer es oriunda de la provincia de Manabí y desde el mes de marzo empezó a ver cómo las paredes de su casa comenzaron a retirarse de los pilares. “En las noches se escuchan ruidos. Tenemos mucho miedo porque parece que las paredes se nos vienen encima”, indicó.

Los habitantes del barrio Jesús del Gran Poder expresaron que las autoridades no les dieron la misma importancia que a los de la ciudadela Jaime Roldós,  a pocos metros de ellos. Dijeron que a ellos los ayudaron en la evacuación de las personas y la limpieza de los escombros.

En una de las casas, la losa esta semana se fue al piso. Es una vivienda con varios departamentos y estaba casi por terminar su construcción.

Hace 21 días aparentemente no presentaba problemas, pero poco a poco fueron apareciendo grietas  en las paredes. Su dueño trató de arreglarlas, pero no pudo más y abandonó el sitio.

“Sabemos que es de un vecino colombiano y se fue a arrendar”, dijeron los vecinos que trataban de colocar palos en las estructuras para que no se sigan abriendo más las paredes. La vía que une el barrio Jesús del Gran Poder con la ciudadela Jaime Roldós es de tierra, pero se notan los hundimientos. En otros sectores, en cambio, hay grietas que  poco a poco van creciendo.

“Eso no estaba así hace dos días, ahora empieza a extenderse y no sé cuánto tiempo más vamos a esperar en este lugar”, dijo Álex Orellana.

Los niños son los que más problemas tienen al momento de salir rumbo a sus escuelas. La existencia de grietas son un peligro en su camino.

“Mi hijo, el otro día que llovía, se cayó, pero por fortuna estuvimos cerca para ayudarlo”, comentó una de las vecinas.
Para el director de Gestión de Riesgos de la Municipalidad, Javier Murillo, existen contabilizadas 17 viviendas en mal estado. “Algunas de ellas están totalmente destruidas y otras están en ese proceso”, dijo el funcionario.

Según Murillo, el deslizamiento comenzó en este año, pero se ha acelerado hace dos meses con las fuertes lluvias que han caído en este sector. “Eso se puede constatar en las viviendas que han sido afectadas y que están ya destruidas en el barrio”, indicó.

En el barrio Jesús del Gran Poder, el primer trabajo a realizar es detectar de dónde está saliendo el agua que afecta a las casas del lugar. “Hay pozos sépticos que se han construido en el sector y que están causando problemas”, acotó el funcionario municipal.