El programa, impulsado por el municipio y la fundación Hearts of Gold, es gratuito
Cuencanos y extranjeros se unen para crear espacios interculturales de aprendizaje
‘Las letras del abecedario’ fueron parte de la primera clase que Robert John Kidd, un extranjero jubilado, dio a cerca de 20 niños y niñas en el centro cultural municipal El Ángel, en Chaguarchimbana.
Robert escribía letras sobre pequeñas cartulinas y junto a ellas, palabras, para luego explicar a los menores su pronunciación.
Mientras el extranjero mostraba la tarjeta en la que se encontraba la letra ‘C’ y la palabra crocodile (cocodrilo), cuestionó: “¿Roberto habla español?”, “no”, dijeron los menores. “¿Roberto habla inglés?”, preguntó nuevamente. “Sí”, dijeron los alumnos.
Robert realizó este ejercicio para que los niños comprendieran que la pronunciación en inglés de la letra C, es como si en español se dijera “Si”.
Él es uno de los jubilados que desde el lunes 11 de mayo dan clases a menores en 8 centros culturales de la ciudad (Los Sauces, El Alfarero, El Cebollar, El Rosal, Los Eucaliptos, Barrial Blanco, Tomebamba y El Ángel de Chaguarchimbana). Esto, luego de que el Municipio y la fundación Hearts of Gold (que en español significa Corazones de oro), firmaran una carta compromiso para crear espacios interculturales entre los cuencanos y extranjeros que residen en la ciudad.
Ana Ordóñez, coordinadora de los centros culturales, resaltó que la idea de estos encuentros es crear espacios en donde ambas culturas se beneficien mutuamente. “Qué mejor oportunidad que aprovechar el conocimiento del idioma de las personas extranjeras que, entre otras cosas, también buscan actividades para involucrarse en nuestra cultura”, explicó.
De acuerdo con esto, en cada centro cultural, los lunes y miércoles, alrededor de 20 niños reciben clases de inglés por parte de los extranjeros; mientras que los martes y jueves, en los mismos lugares, se realizan conversatorios para que los extranjeros practiquen el español.
Robert, quien vive un año y medio en la ciudad y tiene un limitado español, explicó que enseñar a un niño su idioma es de suma importancia porque considera que es necesario que las personas hablen 2 lenguas que en el futuro les permitan desenvolverse en empresas y en asuntos culturales. “Es muy importante en América hablar dos lenguas”, dijo.
Colleen Eschenburg, coordinadora de la Fundación Hearts of Gold, encargada de organizar a los extranjeros que dictan las clases, explicó que quienes colaboran con la fundación son en su mayoría voluntarios jubilados y de la tercera edad.
“Nosotros queremos regalarles a nuestros voluntarios un espacio en donde puedan integrarse con la comunidad. Es como apoyarles a unirse con la comunidad en donde viven, de otra manera que no es fiscal, no es de dinero, ni de voluntariado”, dijo.
Eschenburg expresó que la mayoría de extranjeros que ayudan a la fundación quieren involucrarse en la ciudad. “Ellos quieren dar su tiempo, y quieren regalar sus conocimientos porque ellos quieren ver crecer a las personas”, acotó.
El programa tendrá una duración de 3 meses, y finalizado este tiempo tanto el Municipio como la fundación, realizarán una evaluación a los niños y a los extranjeros, para ver el avance del proyecto y sus beneficios. (I)