Cuencanos rindieron honores a cuadro de Virgen Dolorosa
Es la cuarta vez que el cuadro de la Virgen Dolorosa del colegio llega a Cuenca donde fue recibida en medio de cánticos y alabanzas. Hace seis años, la imagen paseó por el centro histórico y ayer lo volvió a hacer, pese al frío de la mañana.
Desde muy temprano las autoridades de la Unidad Educativa Borja ya le esperaban en el aeropuerto, mientras decenas de estudiantes formaban una calle de honor en el parque de San Blas.
Jóvenes de los colegios Oblatas, Corazón de Jesús, María Auxiliadora, La Salle, Benigno Malo, entre otros, fueron parte de una emotiva procesión que se inició en este sector hasta la Catedral de la Inmaculada, en un tramo de 8 cuadras. En el trayecto, a los estudiantes se unieron personas para pedir por su salud y también por “una ayuda en el trabajo”.
María Concepción Hurtado se vino desde el sector de la Feria Libre y no ocultó su emoción al ver a la Virgen Dolorosa muy cerca de ella. “Siempre quise ver a la Virgencita. Ha sido mi sueño. Ahora doy gracias a Dios que me ha permitido estar a lado de ella”, dijo mientras unos metros más adelante dos personas mayores lanzaban flores a la imagen mientras recorría la calle Bolívar hasta la iglesia.
En el parque Calderón se unió a la caminata el gobernador de la provincia, Humberto Cordero. “Soy ex alumno del Borja y quería estar en este momento especial”, indicó la primera autoridad de la provincia del Azuay.
Los estudiantes de la Unidad Educativa Borja formaron una calle de honor para que pase la Virgen, mientras a sus alrededores muchas personas querían acercarse al cuadro, pero eran impedidas de hacerlo por la fuerza pública que colaboró en la organización.
El rector de la Unidad Educativa Borja, Leonardo Vázquez Morales, expresó: “Fue una suerte tener la imagen en la capital azuaya, ya que ella solo por razones especiales sale desde el colegio San Gabriel, de la capital de la República.
La iglesia de la Catedral de la Inmaculada se llenó de devotos que acudieron a la homilía celebrada en su honor.
El padre Gilberto Freire, rector provincial de la comunidad de los jesuitas, también llegó para acompañar la marcha de veneración al retrato. “Siento una emoción muy grande de estar nuevamente en esta querida ciudad y, por supuesto, mucho más con esta celebración”, manifestó el sacerdote Freire. El cuadro regresará hoy a Quito.