En Cuenca se producen entre dos y tres sismos cada mes, pero la mayoría de ellos no son perceptibles. Hay otros de magnitud, sin embargo ocurren a gran profundidad, lo que hace también que no sean sentidos por los habitantes.

De acuerdo al historial de la Red Sísmica del Austro de la Univesidad de Cuenca, tres grandes sismos se han producido en la regional.

Uno de ellos en la provincia de Loja en 1749; otro en Girón (Azuay) en 1913, y el otro entre El Oro y Loja en 1970. El terremoto registrado en el cantón azuayo fue de 6.7 grados, de acuerdo a los catálogos sísmicos internacionales y redujo a escombros la mitad de la ciudad.

Cuenca está asentada sobre una zona donde se producen movimientos telúricos; pero según Henry Bermeo, de la Red Sísmica, existe desfogue de energía. Ello hace que, de acuerdo al técnico que calma la preocupación, por ahora se descarte una catástrofe de magnitud. “O quizás puede ser que se estabilizó la falla”, indicó. Según los estudios de peligrosidad sísmica, en la zona se podría producir un temblor de hasta 6.5 grados cada 400 años. 

En 1998, dentro de los estudios de vulnerabilidad, se llegó a conocer que el 60% de las viviendas en la capital azuaya no podrían soportar un sismo de 6 grados. Estos infomes son actualizados para conocer los cambios que existen dentro de las construcciones de la ciudad y provincia.

Para el técnico Bermeo, Cuenca está atravesada por fallas geológicas que en cualquier momento pueden crear focos de sismos o lo que es lo mismo epicentros. “No sabemos aún lo que podría pasar en esta urbe con un sismo de magnitud. Ya no está con edificaciones de dos o tres pisos, sino con más, lo que cambia el escenario”, expresó.

Simulacro en la ciudad

Ayer en Cuenca se realizó un simulacro denominado de “Gran magnitud en caso de un sismo fuerte”, con la participación de todos los organismos de socorro de la provincia.

Adolfo Carpio, chofer de una ambulancia, dijo que utilizó tres minutos desde el hospital regional “Vicente Corral Moscoso” hasta el parque Calderón para atender una supuesta emergencia.

El conductor manifestó que ese es el tiempo previsto dentro de los estándares internacionales, pero aún falta conciencia en muchos ciudadanos sobre este tipo de fenómenos que se pueden producir.

El bombero Patricio Lucero, en cambio, dijo que la ambulancia que salió desde la Miguel Heredia, estación Cinco, se demoró 6 minutos.

Mientras tanto, el carro escalera que salió desde la estación 6 se demoró 8 minutos. “Estamos en los tiempos previstos por el tráfico que existe en este sector de la ciudad”, indicó el experto en sísmica.