Cuenca y Machala quedan bajo el agua por lluvias
Solo unas pocas horas de lluvia bastaron para que distintos sectores de las capitales de Azuay y El Oro se inundasen.
Los torrenciales chubascos caídos el fin de semana provocaron el anegamiento de viviendas y que las calles quedasen prácticamente sumergidas.
En Cuenca, el aguacero del sábado obligó a muchos ciudadanos a usar baldes y ollas para sacar el agua de sus domicilios y negocios.
Otros, en cambio, construyeron muros con piedras, palos y demás materiales para impedir que el fluido ingresara a las viviendas.
En los sectores de Río Amarillo, San Joaquín, San Miguel, Santa María y otras zonas pertenecientes a la parroquia de Sayausí, las lluvias causaron estragos.
Los servicios de emergencia locales se movilizaron ante los primeros reportes.
“Esto es de todos los años: el ver pasar a los bomberos y seguir en la misma situación”, dijo César Segovia, quien con botas y un impermeable intentaba que las piedras y arena arrastradas por el agua no ingresaran a su vivienda.
“El problema es que todo el líquido viene desde la parte alta y eso llega hasta las casas que están más abajo. No es el primer año que pasa, más bien esta lluvia nos indica que debemos estar preparados para las próximas”, dijo.
Felipe Tenesaca, director de Obras Públicas de la Municipalidad de Cuenca, dijo que las tareas de limpieza en la quebrada Pichahuayco iniciaron hace 15 días.
Añadió que en Santa María y en los demás puntos donde se produjeron inconvenientes, la situación se complicó porque existen casas construidas al pie del afluente.
Ayer, después de soportar el aguacero, los moradores de San Miguel de Sayausí indicaron que existe desinterés por parte de las autoridades en buscar soluciones para la parroquia que cada año en la temporada invernal sufre devastaciones por las lluvias.
En tanto, la Empresa Municipal de Telecomunicaciones, Agua Potable y Alcantarillado (Etapa) imformó que ha realizado la limpieza de alrededor de 30.000 sumideros, 25.000 en el área urbana y 5.000 en sectores periféricos y rurales del cantón.
Cinco horas de aguacero
La fuerte lluvia de más de cinco horas que cayó la noche del viernes en Machala dejó varios sectores inundados.
Gran parte del centro y los barrios suburbanos quedaron bajo el agua. Además, las precipitaciones estuvieron acompañadas de fuertes vientos.
Desde las 20:00 del viernes lo que empezó como una llovizna se convirtió en un intenso aguacero que se prolongó hasta la madrugada.
Las calles céntricas, al igual que en otras temporadas, quedaron bajo el agua, entre ellas las intersecciones de Rocafuerte y Palmeras, Rocafuerte y Vela, Buenavista y 25 de Junio, Guayas y Marcel Laniado. Lo mismo en sectores como la ciudadela Unioro. Las avenidas que están siendo regeneradas se convirtieron en piscinas, debido a que el fluido quedó represado.
La fuerte lluvia dejó a varias familias y establecimientos educativos inundados. Desde que el aguacero inició comenzó a generar molestias. Las clases en la Universidad Técnica de Machala fueron irregulares y el agua corría en sus patios como río. El transporte público dejó de prestar servicio aproximadamente a las 22:30.