Cuenca tendrá cuarta planta de agua y otra de tratamiento
Dos importantes obras se proyectan para Cuenca este año: la construcción de una nueva planta de agua potable y otra de tratamiento de aguas residuales.
Esta última estará situada en el sector de Guangarcucho. Ambas tendrán un costo superior a los $25 millones, recursos que serán financiados por el Banco del Estado.
La de agua potable se levantará en la zona de El Cebollar y pasará a constituirse en la cuarta que tiene la ciudad.
Esta planta, cuyo costo bordea los $5 millones, dará servicio a más de 30 mil habitantes que están ubicados en la parte norte de la urbe.
La nueva procesadora tendrá capacidad de entregar 50 litros de agua por segundo. Además posee tecnología de punta y opera bajo todas las certificaciones de calidad para garantizar la entrega del líquido potable a todos los abonados de la Empresa de Teléfonos, Agua Potable y Alcantarillado (Etapa).
Su construcción podría iniciar después del primer trimestre de este año.
Según las autoridades de la empresa, con la edificación los cuencanos tendrían más acceso al servicio del agua y en mejores condiciones.
Junto a las plantas que abastecen a la capital azuaya, existen alrededor de 200 sistemas comunitarios, los mismos que proveen a diferentes sectores. Estos también están a cargo de la empresa Etapa.
Obra para 17 años
La planta de tratamiento de aguas residuales de Guangarcucho está proyectada para un período de vida útil hasta el año 2030, en su primera etapa.
Según Carlos Julio Jaramillo, gerente de Agua Potable de Etapa, esta comenzaría procesando 200 litros por segundo.
Además, dijo, se firmó un convenio estratégico con la Alcaldía de Azogues para recoger las aguas servidas de la ciudad para tratarlas.
No descartó que el cantón Biblián se integrase a este proyecto. “Pensamos que esta planta para el año 2030 podrá estar dando un tratamiento de 700 litros por segundo y luego ya pensaremos en la segunda etapa”, explicó.
Esta y la de agua potable entrarían en funcionamiento 18 meses después del inicio de su construcción.
Jaramillo reconoció que existe un déficit de agua en la parte norte de la ciudad. “Si bien esto no se siente en los hogares, es notable la limitación para poder construir nuevos proyectos de vivienda”, recalcó.
En lo que respecta a la de tratamiento de aguas residuales, su diseño fue hecho hasta el 2016.
“Es decir, si hoy está realizando un tratamiento de 1.600 litros por cada segundo, ese año llegaríamos a los 1.800 litros, que es la capacidad de diseño”, puntualizó.
Agregó que si se sobrepasa esta cantidad se tendría que arrojar los desechos al río, lo cual no puede darse.
“La empresa Etapa tiene ya más de $1 millón para poder iniciar con las primeras obras”, sostuvo.
La planta de tratamiento de aguas residuales minimizará la contaminación generada por la zona poblada de las márgenes del río Cuenca y del río Burgay en Azogues y su área de influencia.
Asimismo evitará que sea fuente de proliferación de enfermedades que pudieran afectar la salud de los habitantes.