En Cuenca deambulan más de 20.000 mascotas callejeras
El aumento del número de mascotas callejeras o sin cuidado de sus dueños moviliza a veterinarios y defensores de animales en Cuenca. Los primeros advierten que al reproducirse un perro, toda su parentela puede procrear hasta 60 mil canes.
Los mercados, los botaderos de basura y relleno sanitario, son los sectores donde masivamente se encuentran los perros denominados también de la calle. Estos animales se convierten en “limpiadores” de los desperdicios del piso o que llegan en fundas y son mal dispuestos.
José Andrés Moscoso, secretario de la Fundación Peluditos-Cuenca, asegura que en el cantón Cuenca hay aproximadamente 18.000 perros callejeros, muchos de ellos en abandono total, y 2.000 gatos que deambulan por los sectores públicos de la capital azuaya.
Danny Arce, del colectivo “Los amigos de Manolo”, considera en cambio que es difícil saber el número exacto de animales que vagan por los espacios de la ciudad, ya que ninguna organización se preocupa de levantar una estadística oficial.
“Los perritos deambulan por los espacios verdes en busca de comida y rompen las fundas de desperdicios”, señala Jorge Avendaño, ciudadano que paseaba por el parque El Paraíso.
Juan Taboada, veterinario de la Universidad de Cuenca, indica que muchas veces las mascotas son abandonadas en verdaderos actos de crueldad humana.
El mercado El Arenal es calificado por los grupos defensores de animales como el sector “más cruel de Cuenca”.
Según Martha Parra, de la Fundación Peluditos, en ese sitio además de comercializarse mascotas, sin ningún control, se abandona a los animales en fundas e incluso los botan en los contenedores de basura.
“Además, los mantienen en jaulas, no les dan de comer bien, no tienen agua, hasta ser vendidos”, lamenta la activista. Los perros callejeros al deambular por los espacios públicos también los ensucian con sus excrementos.
Según el gerente de la Empresa de Aseo de Cuenca (EMAC), César Arévalo, los empleados de esta institución, quienes realizan el barrido de las calles y parques, recogen entre ocho y 10 kilos diarios de excremento. Señala que, por lo tanto, es necesario que sus dueños tomen conciencia de lo que ocasionan en la ciudad.
Donaciones no serán anónimas
La crisis generada por la muerte de 20 perros en tres refugios de Quito por ingerir comida envenenada, motivó que las fundaciones cambien la modalidad de donaciones.
Acción Animal, por ejemplo, indicó que pedirá a las personas que vayan a dejar comida, copia de la cédula y el registro del número de lote del alimento.
Comentaron que está medida tal vez reduzca la ayuda porque hay personas que prefieren el anonimato, pero es necesario por la seguridad de los perritos. (I)