Los techos rojos saltan a la vista de los visitantes que llegan a Cuenca. Desde el aire se observa un valle rojizo y uniforme que conserva sus características tradicionales.

Una de las particularidades de la capital azuaya es su arquitectura tradicional que también está plasmada en sus revestimientos de cerámica de producción artesanal.

Pese a que Cuenca ha sido elogiada por sus techos rojizos, sobre todo en su Centro Histórico, desde la dirección de Áreas Históricas Patrimoniales del Municipio, se alistan acciones para precautelar la imagen de la quinta fachada (los techos de la ciudad).

“Hasta hace unos 15 años, el monitoreo que se recibía a través de fotos satelitales o aerofotografías, aunque era muy complejo de obtener, determinaba que eran muy pocos los espacios que no tenían tejas. Todas las edificaciones del Centro Histórico, de El Ejido e incluso de otras partes de la ciudad tenían revestimiento de cerámica, pero en estos últimos 15 años ha existido un vuelco y cubiertas de otros materiales están predominando en algunos sectores de la urbe y están invadiendo parte de las edificaciones del Centro Histórico”, dijo Pablo Barzallo, director de Áreas Históricas Patrimoniales.

Según Barzallo, por ordenanza, las construcciones del Centro Histórico deben conservar esta característica, es decir, el diseño de la cubierta inclinada con teja tradicional.

El funcionario explicó que, sobre todo en los nuevos proyectos de vivienda que se han realizado en varios sectores de esta área patrimonial, se ha evidenciado que en la parte frontal de las edificaciones poseen revestimiento de teja tradicional, mientras que en la parte posterior (que no da a la calle) se han utilizado materiales alternativos.

El Centro Histórico de la ‘Atenas del Ecuador’ comprende un área de 232 hectáreas sobre las que se asientan alrededor de 10 mil edificaciones, de estas, unas 3.400 son de valor patrimonial. El área de El Ejido, en la parte baja de la ciudad, también forma parte del Patrimonio Cultural de la Nación.

La propuesta de la dirección de Áreas Históricas y Patrimoniales es actualizar las ordenanzas de conservación, exigiendo que se restituya la quinta fachada. “Se ha sustituido bastante teja artesanal por otro material y eso no es lo adecuado en el área patrimonial”, expresó.

Para esto, es necesario efectuar un monitoreo para identificar quiénes han reemplazado los materiales tradicionales; según Barzallo, se espera iniciar con este proceso el próximo mes. “Necesitamos el permiso de la Dirección de Aviación Civil para hacer el monitoreo, es un trámite que estamos haciendo y esperamos arrancar en el mes de diciembre”, señaló.

Carlos Álvarez, director de Control Urbano, explicó que si bien en la actualidad en la ciudad existen varios modelos de edificaciones modernas de estilo minimalista (arquitectura simple), en el caso del centro histórico se debe conservar la arquitectura cuencana. “En esta área no hablamos de nueva construcción sino de restauración, que es utilizar los materiales que existían”, acotó.

De acuerdo con el funcionario, el reemplazo por otros materiales en la cubierta puede obedecer al tema económico e incluso de producción.

Durante los últimos años la producción de ladrillos y tejas artesanales se ha reducido notablemente en Cuenca. Uno de los sectores en donde aún existen artesanos que se dedican a su elaboración es en el sector de La Dolorosa, al oeste de la ciudad. (I)