La provincia del Azuay es un espacio geográfico diverso por su territorio, clima, población, producción económica y demás elementos que la identifican; aquellas características particulares la distinguen de las otras regiones de Ecuador.

La historia de constitución se remonta al 25 de junio de 1824, poco tiempo después de la Independencia, como parte de la Gran Colombia. La provincia se crea sobre una zona con una larga y continua ocupación poblacional. Sus redes de relaciones, comercio y migraciones dinámicas, se remontan al período precolombino en el que la actual provincia del Azuay tuvo un importante desarrollo y buen número de pobladores.

Sus más lejanos orígenes podemos situarlos en la cueva de Chobshi localizada en el cantón Sígsig, uno de los asentamientos más antiguos de nuestro país. Posteriormente, los Cañaris tendrían como espacio central a Guapondelig, de gran importancia en el siglo XV (1470-1535), que conquistado por los incas, durante ochenta años, llevaría el nombre de Tomebamba un referente clave como Collasuyo o parte norte del Incario.

La conquista incaica fue agresiva y rápida, se utilizaron violentos métodos de sumisión para aprovechar las riquezas de la región, potenciaron los intercambios comerciales por la diversidad de recursos de esta zona, optimizando la provisión desde todos los espacios de la región: zonas altas, zonas de transición y zonas bajas.

Con la llegada de las expediciones españolas cerca 1530 a la zona de Quito y pocos años después hacia el sur del actual Ecuador, se conoce de una temprana población de más de una decena de españoles. Los espacios que poco a poco fueron ‘ocupados’ en nuestra actual provincia; no solo en Tomebamba (Cuenca), también Gualaceo y otros lugares, contaban con un número significativo de pobladores y recursos, que fueron hábilmente aprovechados.

Después de la fundación española de la ciudad de Cuenca en 1557, se establece un orden administrativo riguroso y se forman asientos, parroquias, anejos, municipios y otros entes administrativos de importancia en toda la región.

En principio Cuenca era Corregimiento, luego se convirtió en Gobernación en (1777) y más tarde en sede del Obispado de Cuenca (1779). Estos cambios en los rangos y niveles de administración ocurrieron justamente por el crecimiento económico y poblacional que se dio en el espacio que hoy llamamos provincia del Azuay, aunque el territorio que contemplaba este Corregimiento y posterior Gobernación constituía un área geográfica muchísimo mayor a la actual.

Rica historia que se remonta al prehispánico

Para hablar de la historia de la Provincia del Azuay, debemos acercarnos a un territorio de una extensa y rica historia desde tiempos prehispánicos, pasando por distintos períodos hasta la actualidad.

Si bien la creación de la provincia como tal, nace en tiempos en que formábamos parte de la Gran Colombia, la región que fue históricamente conocida como Cuenca, tuvo una continuidad de dinámicas y diversas relaciones y tuvo unos límites muy distintos a los que actualmente son.   

Es por lo tanto, importante reconocer un conjunto de elementos físicos, humanos, culturales, lingüísticos, económicos, históricos, muchos de los cuales hoy están fuera de las fronteras de su actual extensión, pero que nos ayudan a comprender diversos procesos y nuestra propia identidad.

El origen de la palabra Azuay

Muchos autores coinciden, en la teoría de que el término Azuay viene de un vocablo cañari, que como explica Octavio Cordero, proviene de ‘azua’, que es el nombre que los pobladores de esta región le dan al vino de los indios o chicha. Otros lo traducen como ‘Chicha que cae del cielo’.

Sin embargo, hay otra interpretación en la que el nombre estaría relacionado con un vocablo quechua que corresponde a la denominación del lugar, el nudo del Azuay, antiguo límite norte de la Provincia que marcaba geográficamente la región.

La creación de la provincia del Azuay

Después de 2 siglos y medio de un sistema administrativo colonial, en el proceso inicial de la Independencia, la actual provincia del Azuay fue siempre identificada con el nombre de Cuenca, pero cerca de la independencia definitiva de nuestro país y su anexión a la Gran Colombia se establece el Departamento del Azuay, uno de los 3 que formaba el Distrito del Sur (hoy Ecuador). Se expide el Departamento del Azuay el 25 de junio de 1824.

Antes de esta designación oficial, en 1821, bajo la coordinación de Tomás de Heres, comandante de Cuenca, se divide esta provincia en cantones, se nombran jefes políticos, regidores y alcaldes para cada circunscripción territorial.

Ya en 1824, a partir de la Independencia, en el actual Ecuador, se realizan nuevas divisiones territoriales-administrativas. Se crean por decreto el Departamento de Quito, el Departamento de Azuay y el Departamento de Guayaquil.

El Departamento del Azuay contaba con un territorio muy extenso: las actuales provincias de Azuay, Cañar, Loja, Jaén de Bracamoros y Mainas, muchos de esos territorios hoy ya no pertenecen a la provincia del Azuay, incluso ni siquiera al Ecuador (Jaén de Bracamoros y Mainas); sin embargo, históricamente muchas relaciones familiares, comerciales, de movilidad humana y otros elementos se han mantenido, guardando aún una clara idea de región.

El territorio que originalmente conformaba el Departamento del Azuay será la base territorial de la actual provincia con el mismo nombre, aunque hoy se ha reducido notablemente su tamaño.  

Durante las celebraciones del centenario de la Independencia en 1920, consta en el libro de actos del Consejo Cantonal de Cuenca el acuerdo para esta celebración, se establece una junta en nombre de las “provincias azuayas” que la componen: Cuenca, Gualaceo, Girón, Paute, Gualaquiza, Azogues y Cañar.  

Una provincia que congrega a 15 cantones

Actualmente la provincia del Azuay tiene 15 cantones similares —y diversos al tiempo—, una rica y profunda historia que le es común a una región mucho más amplia que su actual jurisdicción territorial, con una importante producción agrícola, una interesantísima tradición artesanal, desarrollo industrial, un fuerte impulso a las actividades turísticas, grandes dinámicas de movilidad interna y externas que se dan en la zona.

Sin duda, la provincia del Azuay es una región con fuertes elementos identitarios que la distinguen de las otras existentes en el país.