En época de vacaciones escolares es común en Cuenca ver las populares cometas, unas de plástico y otras de tela, que llegan a levantarse a considerables alturas con la fuerza del viento.

Estos objetos se han convertido, a lo largo de los años, en alternativa de diversión para grandes y pequeños y por otro lado, en una opción de comercio para quienes ven la posibilidad de incrementar sus ingresos mensuales. Si bien existen varios comerciantes beneficiados por la venta de este producto, para los fabricantes locales, los últimos años, ha significado un dolor de cabeza, pues la importación de cometas desde China y Perú ha disminuido el flujo de ventas que tenían hace más de cinco años con artefactos caseros. Mercedes Orellana es una de las afectadas por este cambio. Esta cuencana comentó que hace 20 años, en el barrio Virgen del Milagro, inició con la elaboración y ventas al por mayor y menor de estos artículos. Cuenta que en los períodos de vacaciones producía un total de 150 docenas de cometas semanales (1.800 unidades) y que esto le representaba una ganancia de un 150% de la inversión.

“Por cada semana gastaba unos $ 60 en compra de plástico, pegamento, duda e hilo y eso me daba un dinerito de unos 180 dólares más o menos”, manifestó la excomerciante. La fabricación de estos productos, según Mercedes, iniciaba pasada la segunda quincena de abril. Los precios eran de $ 0,25; mientras que para los mayoristas tenía un costo de unos $ 0,20, aproximadamente, aunque ellos las expendían a $ 0,50 cada una.

Para Mario Chimbolema, un comerciante de estos productos desde hace ocho años, las cometas que se fabricaban en la ciudad perdieron interés para los compradores. Anteriormente se vendían las denominadas chasqueras, aquellas que tenían forma cuadrangular; en cambio ahora, las que se importan desde China o Perú, tienen diversos diseños. “Hoy tenemos en forma de águilas, de Batman, con diseños llamativos”. Chimbolema, quien tiene su puesto informal en el redondel del Sindicato de Choferes del Azuay. aseguró que para el período vacacional adquirirá 2.000 unidades de diferentes tamaños, colores y formas. Una cometa pequeña -para él- tiene un costo de $ 0,65 y cada una se ofrece al público en $ 1,00.

“Ahora las chasqueras no se las vende mucho porque la gente prefiere las de diseños más modernos y al mismo precio”, manifestó.