Juan José Ortega, de 68 años, utiliza su bicicleta desde muy joven en Loja. Antes  la consideraba como una distracción, actualmente la usa como parte de su terapia. “No tengo dolencias. Todos los días me movilizo desde mi casa ubicada en el barrio Zamora Huayco hasta el centro de la ciudad”, dijo.

En 1960, las calles de Loja eran empedradas y de tierra, por ello tenía toda la libertad de pasear en este medio de transporte.     

Karina Llanos,  alumna de la escuela de conducción del Sindicato de Choferes, dijo que su ciudad carece de ciclovías en el centro. Agrega que ello ha provocado varios roces y accidentes a quienes van a bordo de una bici. “Las autoridades deben valorar el hábito de movilizarse en el velocípedo”, sostuvo.

Además, las personas que utilizan la bicicleta como un transporte diario, no encuentran parqueaderos exclusivos. “Cuando salgo a realizar trámites en el banco no tengo dónde dejarla”, aseveró Mishel Gómez, del colectivo Biciloja.

Esta organización propone la implementación de ciclovías en toda la ciudad y la instalación de más  estacionamientos.       

Expertos en ciclismo recomiendan no movilizarse por las calles de mayor congestionamiento vehicular en días ordinarios, y si lo hacen tener en cuenta las respectivas precauciones.

Las calzadas de mayor flujo de carros son: la Bolívar, Bernardo Valdivieso, 10 de Agosto, Rocafuerte, las avenidas Universitaria y Manuel Agustín Aguirre.

Hugo Lucero Cabrera, ex ciclista lojano, sugiere conocer primero las condiciones estructurales de la bicicleta. Es decir, revisar los frenos, los neumáticos, la cadena, los pedales, los mecanismos de iluminación, llevar el casco protector y otras herramientas de seguridad para transitar por la calles.

El Municipio de Loja propuso regenerar el casco urbano de la ciudad, cambiando el antiguo alcantarillado, sistema de agua potable, colocando el sistema de cableado en el subterráneo e incorporando  una ciclovía, con lo que se espera mejorar la imagen de la urbe.