“Polvo eres y en polvo te convertirás”, es la frase que más se repite este miércoles 26 de febrero en las diferentes iglesias católicas del país.

En la provincia del Azuay, en especial Cuenca, ciudad catalogada como muy católica, las basílicas abrieron sus puertas muy temprano e iniciaron sus ceremonias desde las 05:30. Los sacerdotes colocan la cruz en la frente de los devotos en señal de que la Cuaresma ha llegado.

El Miércoles de Ceniza marca el inicio de la Cuaresma y una etapa de conversión dentro del mundo católico. Según los sacerdotes, la ceniza en forma de cruz en la frente de los fieles católicos representa también “un cambio de vida”.

Este signo sacramental invita a los fieles a la oración, la limosna y el ayuno, pilares fundamentales de la Cuaresma, que a decir de los sacerdotes, pueden ser puestos en práctica desde hoy cuando inicia una etapa de recogimiento.

Una vez que concluya la Cuaresma los católicos celebrarán el Domingo de Ramos y de inmediato vendrá el Jueves y Viernes Santo, el Sábado de Gloria y el Domingo de Resurrección.

El padre Daniel Vélez, párroco de la iglesia de San José del Vecino, en Cuenca, explica que durante todo este tiempo se prepara la ceniza para imponer a los fieles mañana desde muy temprano. “Durante todo el año llegamos también a los fieles con el fin de que estén listos para la Cuaresma”, indica, ya que también este día tienen listas el agua bendita y la ceniza. “El miércoles, al finalizar la misa, cada una de las personas llevarán en su frente la ceniza, como señal de que somos polvo y en polvo nos convertiremos”.

La ceniza se elabora con la paja toquilla o ramos del año anterior, los cuales son colocados en un recipiente de barro. Todo ese polvo es  vertido en una coladera a la que se le agrega agua y vaselina para darle consistencia a este elemento sagrado que le será impuesto a los católicos. (I)