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El órgano de la catedral vieja de Cuenca tiene 275 años y el de Jima 194 años de construcción
Azuay guarda celosamente dos reliquias musicales en distintas iglesias
Los 2 órganos de viento más antiguos de Ecuador reposan en la provincia del Azuay. Uno, que fue construido en 1739, en la Catedral Vieja de Cuenca y otro en la parroquia Jima ubicada a 48 kilómetros de esta ciudad.
Aunque silencioso desde hace mucho tiempo, y pese a tener 194 años, el órgano de Jima está bien cuidado y conservado. A primera vista da la idea de ser una caja grande o un guardarropas antiguo, pero mientras se va destapando se ven las teclas que, aunque deterioradas, aún conservan sus característicos blanco y negro.
El instrumento está emplazado a un costado del coro y a su lado están 2 grandes fuelles que eran manejados por igual número de personas para dar aire a los tubos y de esta manera sacar los sonidos.
El órgano está integrado por 414 piezas, hay tubos grandes y pequeños que destacan en la parte alta del teclado que, a simple vista, se ve en buenas condiciones. Pero no todas las piezas están completas, según el párroco del lugar, Naldo Guevara, faltan 54 para que el instrumento funcione en óptimas condiciones.
Para algunos de los habitantes el instrumento pasa desapercibido, quizá para algunos sea inservible, quizá incluso algunos desconozcan su existencia, para ellos lo más importante es ir a misa y escuchar la predica del ‘padrecito’; para otros, en cambio, el instrumento forma parte de la historia de la parroquia y de su patrimonio. “Aquí está uno de los objetos más importantes que tiene la provincia del Azuay y el Ecuador”, dijo José Zhunio, habitante de este sector que está enclavado casi en los límites entre la provincia del Azuay y Morona Santiago. “Muchos desconocen que en esta parroquia existe un instrumento tan antiguo, que nosotros valoramos y cuidamos”, dijo Víctor Marín, vicepresidente del GAD Parroquial de Jima.
Pese a su antigüedad, el órgano aún emite melodías lentas pero desafinadas, casi roncas que se mezclan con el silencio de la iglesia. Según la historia, el instrumento de tubos de aire fue construido en 1816, es decir corresponde al siglo XVII. En su momento fue declarado un bien patrimonial y es propiedad de la iglesia de Jima. Este servía para oficiar las eucaristías, que en ese entonces eran muy ceremoniosas, sobre todo en fechas como Navidad, Semana Santa y la fiesta de su patrona: la Virgen del Rosario. Para su funcionamiento y para interpretar las melodías se requerían 5 personas.
Para sus habitantes, el instrumento es único en el Ecuador a tal punto que no existen personas en el país que puedan reconstruirlo, según menciona su párroco, el padre Naldo Guevara: “existen organeros (personas que arreglan órganos) en el Perú, en Argentina, en los Estados Unidos y en Europa y según lo que hemos averiguado solo existen 17 en el mundo”, indicó.
Sin embargo, el órgano ha recibido mantenimiento durante todo este tiempo “hasta donde hemos podido”.
Según los habitantes de Jima, el 60% del instrumento aún suena, pero tiene fallas de afinación. Según el organero contactado por las Naciones Unidas, Alejandro Rodríguez, de nacionalidad peruana, se necesitan no menos de $ 30 mil para el arreglo total, “pero la iglesia no tiene esos recursos”, indicó el padre, agregando que las oficinas de Patrimonio Cultural podrían ayudar con la reparación de este patrimonio de la parroquia Jima.
Según el organero Rodrigo Amores, que trabaja en Alemania, en el Ecuador existen 3 órganos: uno en Quito, pero que está destruido; otro en Cuenca en la Catedral Vieja y que necesita no menos de $ 100 mil para su reconstrucción y el tercero está en esta parroquia Azuaya, “el 90% está en buenas condiciones y podría ser reconstruido”, menciona Víctor Marín.
Un instrumento convertido en ‘joya’ del lugar
Según los habitantes de Jima, el instrumento fue armado en la misma parroquia. Los antiguos pobladores cuentan que fue traído por piezas por medio de la montaña que en ese entonces contaba con caminos de herradura, “seguramente fue muy duro para ellos, porque ahora tenemos camino y sin embargo, se nos hace difícil llegar hasta acá, ¡¿imagínense como sería en ese entonces?!”, dijeron varios de los habitantes.
Para resguardar esta joya, en la iglesia se han tomado todas las precauciones de seguridad, es más, existen personas encargadas del cuidado directo del instrumento que tiene una altura de 3 m x 2 m de ancho. “Esperemos que alguien escuche nuestro pedido para poder repararlo porque esta joya ya no existe en ninguna parte del Ecuador”, dijo su párroco.
La Catedral Vieja y su instrumento
Esteban Cardoso, un habitante de la provincia del Azuay, fue quien emplazó el órgano de viento que está exhibido en la parte alta de la Catedral Vieja de Cuenca en 1739, sus piezas fueron traídas desde Alemania, aunque las piezas de madera fueron construidas en Cuenca, en ese entonces.
Según Esteban Segarra, director del Museo de la Catedral Vieja de Cuenca “El órgano no funciona desde los años ochenta”. Para Segarra, el instrumento era conocido como órgano móvil ya que fue desmontado en varias ocasiones para ser llevado a otros lugares donde era utilizado, “era un órgano especial y con el ir y venir sufrió varios cambios y modificaciones”, indicó.