Angustia invade a orenses
Los orenses están desesperados por la crisis eléctrica que se vive en la mayoría de cantones tras la caída de dos torres de transmisión la tarde del miércoles. Ayer, la tónica fue similar a la de los últimos días. La energía llega solo por unas cuantas horas y luego todo se apaga.
Los pequeños negocios como heladerías, cybers y otros que funcionan con electricidad son los más perjudicados. En los hogares, los alimentos que requieren de refrigeración se dañaron, al igual que algunos electrodomésticos.
Por ahora, ningún representante del sector productivo se atreve a cuantificar los daños y trascendió que habrá un pronunciamiento una vez que se hagan los cálculos con energía en calculadoras y computadoras.
En el casco comercial de Machala, se pudo observar que en cada cuadra al menos dos generadores de energía se encontraban conectados en los locales comerciales.
Las instituciones públicas que no cuentan con plantas eléctricas solo atendieron hasta el medio día de ayer. En el edificio de la Gobernación de El Oro, donde funcionan varias entidades del Estado, las puertas estuvieron abiertas hasta las 14:00.
Los ciber solo esperaron hasta la mañana y de ahí bajaron las cortinas. Los empleados aprovecharon para hacer la limpieza del local, pero una vez terminado y dejado todo limpio no les tocó más que sentarse a esperar a que llegue la energía.
Los machaleños optaron por abastecerse nuevamente de velas por segundo día consecutivo. Durante la tarde, la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL) El Oro llamaba a la calma a la ciudadanía y expresaba que están trabajando para superar el problema.
A las 17:45, la cuenta de Twitter de la entidad informaba acerca de la relización de pruebas con miras a normalizar la dotación de electricidad en los 14 cantones.
Mientras, Fernando Alvear, propietario de un taller de reparación de electrodomésticos, dijo que los cortes de energía le han dejado perdidas ya que no puede soldar. “Tenía que entregar dos licuadoras y un televisor, pero con este corte de luz solo nos queda estar sentados sin hacer nada. Voy a esperar hasta el mediodía para ver si llega el fluido. Si no ya me toca cerrar”, expresó el machaleño, quien se encontraba sentado afuera de su negocio leyendo un libro.
Lo mismo sucedió con Eliécer Ordóñez, dueño de una heladería y hamburguesas. El dijo estar desesperado, ya que hasta ayer se le habían dañado 20 libras de carne. Aseguró que hasta el mediodía de ayer las pérdidas en su negocio llegaban hasta los $400.
Advirtió que de continuar la situación por más días, todo el producto comprado se le va a podrir. “Los helados ya están derretidos, si restablece la electricidad ya no hay como volverlos a congelar por que no servirían. Esto cambia de sabor y la gente se va a dar cuenta que es recongelado”, dijo.
Ayer en un almacén donde tenían de exhibición dos generadores de energía estos se vendieron en la mañana. La fábrica de velas ubicada en la vía ferroviaria no se abasteció para cubrir la gran demandada de las últimas horas.