Amenazan con no faenar el ganado en la capital azuaya
Los introductores de la carne de res que se comercializa en la ciudad amenazan con paralizar sus labores, en caso de persistir el incremento en el costo del faenamiento de los animales en el camal municipal. Ayer llegaron hasta los bajos de la Alcaldía de Cuenca para protestar.
Los vendedores fueron recibidos por funcionarios del cabildo, quienes conformaron una comisión para analizar el tema durante estos días y pasarlo al Concejo Cantonal, que es la instancia que puede resolver el problema.
Ellos aprobaron el incremento mediante una Ordenanza Municipal que entra en vigencia desde enero. “El próximo mes haremos un paro preventivo y no vamos a faenar ganado de ninguna naturaleza para que entiendan nuestro problema”, dijo Julio Matute, representante de los introductores.
Los comerciantes indicaron que no están de acuerdo con los costos del desposte, pues según ellos los precios son altos y luego eso va a redundar en el costo al público, ya sea en la carne de res, de cordero o de cerdo.
Personas del sector que fueron consultadas dijeron que hace dos meses subió el costo del desposte. “Nos elevaron de 4 centavos a 6 centavos”, dijo Gil Ordóñez, otro de los que protestaba ayer en el centro histórico.
Los dueños de animales anteriormente pagaban por animal despostado, es decir, sin la cabeza, sin el cuero, sin los intestinos, pero desde enero ellos tendrán que cancelar por animal vivo y eso es lo que ha hecho reaccionar a los comerciantes. Quienes traen las vacas dijeron que la medida afecta a los vendedores, (el grupo que hace los reclamos es de 84 personas), pero dijeron que detrás de cada uno de ellos existen personas que viven de este trabajo.
Los comerciantes reconocieron que existen camales clandestinos en la ciudad, que no son controlados por las autoridades municipales. “No vamos a permitir que nos eleven los precios del desposte”, dijo Ordóñez, mientras realizaba la protesta en la calle Bolívar.
El gerente de la Empresa de Rastro, Teodoro Marín, dijo que es necesario hablar y llegar a acuerdos sobre el tema, ya que ello no pasa por las manos del alcalde de Cuenca sino por el Concejo en pleno.
Recordó que los ediles fueron los que aprobaron esta ordenanza, sin embargo hay una comisión que hará el análisis. Los comerciantes pidieron también la renuncia de Marín, ya que a decir de ellos el gerente de la empresa de Rastros es el responsable de esta situación. “Es una postura de ellos porque al parecer se sienten ofendidos, pero todas las cosas se han hecho de manera transparente”, insistió el funcionario.