Seis viviendas destruidas, árboles caídos, el relleno sanitario a punto de colapsar y la red de agua potable afectada es lo que dejó el último aguaje registrado en la playa de Jambelí, provincia de El Oro.

Los sectores con más daños son los extremos de la isla, el norte y sur, donde no existe un muro de escollera. Las viviendas arrasadas se suman a las cuatro que afectó el oleaje ocurrido a inicios de año.

La mayoría son casas de cemento donde familias solían pasar sus vacaciones. Según los habitantes de este balneario (el de mayor importancia en El Oro), la red de agua potable colapsó y a consecuencia de aquello no tienen acceso al líquido.

Uno de los comuneros recuerda que hace unos 15 años, las viviendas de la isla estaban separadas de la orilla del mar, por unos 200 metros.

En la actualidad esa distancia se ha reducido a entre 2 y 5 metros producto de los fuertes oleajes y aguajes que soporta esta parroquia perteneciente al cantón Santa Rosa. “Las olas se llevaron todo, en la arena quedaron los árboles y escombros de las construcciones afectadas. Perdí dos casas”, lamentó Hilda Jaramillo, una moradora del norte.  

Margarita Zambrano indicó que las olas ingresaron a su casa y dañaron las bases.  

Personal del Cuerpo de Bomberos del cantón Santa Rosa reportó que 3 viviendas ubicadas en el extremo norte, además de las estructuras de otras 3 casas en el costado sur, fueron dañadas.

Jorge Luis Vaca, presidente de la Junta Parroquial de Jambelí, dijo que son seis las familias afectadas y que a más del muro de escolleras en el área central de la isla se necesitan otros.

Personal de la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR) y de otros organismos se aprestaba ayer a evaluar los daños que causó la crecida del mar en la playa.  

Entre los dueños de restaurantes y otros negocios hay preocupación porque este incidente se produjo a pocos días del inicio de un feriado de tres días.