Alrededor de 700 familias machaleñas que viven en extrema pobreza ya cuentan con un pequeño negocio, gracias a la ayuda que brinda el Plan Familia del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES).

El objetivo de este programa es generar y descubrir capacidades, destrezas y habilidades dentro del núcleo, para que con sus propios medios puedan salir del estado de indigencia en que se encuentran.

María Corozo (28), madre de 4 niños y quien habita en el barrio 25 de Diciembre, de Puerto Bolívar, no ocultó la alegría por el éxito en el local de venta de bolones con el dinero que recibe del Bono de Desarrollo Humano (BDH).

Asimismo, Mireya Valarezo y su esposo Carlos, padres de 4 niños, hicieron algunos arreglos en la frágil casa de caña ubicada sobre la orilla del estero Huaylá en el barrio ‘Blanca García’. “Pusimos una división de cortinas en el dormitorio para tener privacidad. Ordenamos bonito y cambiamos la cerca, también le dimos una mano de pintura a la casa”, dijo el hombre.

Ambas historias tienen algo en común, pues son de personas en pobreza extrema y cuentan con el apoyo de técnicos del Plan Familia. Con ellos analizan el deber de la educación de los niños y niñas; el control de su salud de y la de la madre; la alimentación saludable; orden e higiene en el hogar para prevenir enfermedades y la inversión del bono.

Según Gary Vera, director del ministerio en el Distrito Machala, se trata de un plan de atención integral a la familia que recibe el bono y apunta a informarle y facilitarle los servicios del Estado. “Fomentamos la corresponsabilidad familiar en los aspectos de la educación, salud, alimentación, la prevención del embarazo en adolescentes, el desarrollo integral de los niños y niñas y la erradicación de la violencia intrafamiliar”, comentó.

El equipo Plan Familia del MIES en la capital orense, está integrado por 16 profesionales en trabajo social y psicología y 4 coordinadores, quienes atienden a una población de 720 familias.

Silvia Muñoz, coordinadora de la unidad de Trabajo Social, explica que establecen un plan de visitas con cada familia sobre la base de un conjunto de compromisos que deben cumplir la madre y el padre en determinado período.

Para el técnico Leonardo Serrano, quien atiende a familias del barrio Blanca García, “este trabajo abre los ojos a las madres, les levanta la autoestima y esto es muy importante”, dijo.