El colegio Benigno Malo fue fundado en 1858, mientras que la estructura actual, ubicada en la avenida Fray Vicente Solano, data de 1924.

Al crearse la institución en 1858, se le puso el nombre de San Gregorio y funcionó en el convento de San Alfonso. Fue inaugurado en enero de 1864 y para 1869 pasó a cargo de los padres jesuitas, quienes le cambiaron el nombre a San Luis, para finalmente quedarse como Benigno Malo, en 1910.

La edificación actual está hecha a base de ladrillo y cal. La rectora, Laura Serrano, señaló que la arquitectura es de estilo francés que incluye una piscina que en la antigüedad servía como desarrollo de aprendizajes de cultura física, ahora son para el bautizo de los ‘chúcaros’ o estudiantes novatos.

Recordó que en este colegio se educaron famosos cuencanos, como Remigio Crespo Toral, uno de los poetas más grandes de América; Rafael María Arízaga, diplomático, orador y parlamentario. Además del primer arzobispo de Cuenca, Manuel de Jesús Serrano,  y grandes deportistas, como Byron Piedra. También el actual director del IESS, Fernando ‘Corcho’ Cordero se formó en el plantel.

La biblioteca tiene una extensión de 270 m² y cuenta con libros considerados reliquias.La biblioteca es un legado histórico

Muchos piensan que la biblioteca del colegio Benigno Malo es un lugar olvidado de la juventud benignista, y en sí, de la sociedad cuencana, que solo es usada para que los jóvenes hagan deberes o usen internet gratuito, cosa  que está lejos de la realidad.

En este lugar está el centro de apoyo pedagógico, ya que  alberga obras con un valor imponderable para la historia, lo que la convierte en una biblioteca de carácter público. Cuenta con joyas bibliográficas,  ejemplares de unas pocas obras existentes en el mundo, libros considerados reliquias de incalculable valor por su contenido y diferentes temáticas.   

La biblioteca cuenta con una extensión actual de 270 m² y es un símbolo de la cultura cuencana. Por ella han pasado políticos, intelectuales, ingenieros, artistas y religiosos que en épocas más joviales veían en la biblioteca a la perfecta amiga y compañera, por ello es considerada un patrimonio.

Legado del Benigno Malo

El Colegio Nacional Experimental Benigno Malo es una institución que promueve la formación holística de sus estudiantes. En honor y reconocimiento a esta comunidad, el colegio nacional San Gregorio asumió los colores blanco y negro.

Una característica que define al colegio  es la reciprocidad intelectual que mantuvo con la élite de la sociedad cuencana, en donde resalta la figura de Alfonso Cordero Palacios, rector entre 1940-1944. Durante su administración (1944) se adquirió una colección arqueológica regional con la cual se enriqueció el museo de la institución, que empezó a conformarse desde 1890, cuando Eloy Alfaro donó una colección zoológica adquirida en la Casa Deyrolle (París),  como apoyo educativo.

Luego se incrementó con otras colecciones de  arqueología, ornitología, entomología, petrografía y zoología. Bajo el rectorado de  Manuel Antonio Corral Jáuregui y de Alejandro Andrade Cordero se construyó el coliseo y la piscina. El estadio configuró el espacio destinado a la cultura física. La banda de guerra hizo resonar sus clarinadas, mientras la  juventud benignista desfilaba por las calles de Cuenca.

Nuevo coliseo

Hace tres años surgió la idea de reparar  la infraestructura del plantel, incluido  el techo del coliseo, debido a  que se encontraba en mal estado. Por sus 150 años, el vicerrector Hernán Ortega, el Gobernador de la provincia y otras autoridades del colegio gestionaron estas labores en octubre de 2013, conjuntamente con  el ministro del Interior, José Serrano. La Coordinación de Educación Zonal 6 firmó este año un convenio para la adjudicación de las obras que hoy finalizaron.