La consolidación de un proyecto productivo avícola, en el fronterizo departamento colombiano de Nariño, permitió que a través del primer ‘laboratorio’ de reconciliación social, población víctima y población desmovilizada de grupos armados, se capacite en producción y comercialización de huevos.

De esta iniciativa participan 27 personas entre hombres y mujeres, el proyecto arrancó en el año 2015 en la ciudad de Pasto a 78 kilómetros de la frontera ecuatoriana y de acuerdo a sus promotores, la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR), la Unidad para la Atención y la Reparación Integral a las Víctimas (UARIV), el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) y la Fundación Manyani de Luz, logró que en un mismo salón de clase, víctimas y excombatientes en reintegración se formaran para el trabajo.

Precisamente este proyecto articulador e iniciativas de paz como ‘Olimpiadas para la Paz y la Reconciliación’, ´Mambru no va a la guerra´ y otras desarrolladas entre víctimas y desmovilizados tuvieron días atrás la visita de un grupo de expertos internacionales de El Salvador, Kenia, Guatemala, Filipinas, Irlanda del Norte y otros, que participaron de una cumbre sobre reintegración, reconciliación y construcción de paz.

Los expertos también compartieron un espacio de diálogo con autoridades nariñenses y ofrecieron sus aportes al proceso de reintegración colombiano y a la situación actual que vive el vecino país, próximo a firmar la paz con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) con base en las experiencias de los conflictos que han ocurrido en sus países de origen.

María Ofelia Navarrete, excombatiente del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) de El Salvador, compartió las razones que la impulsaron a la lucha armada y los motivos por los cuales dejó la guerra para transformar su país desde la política.

“La peor esclavitud es la ignorancia. Yo, por ejemplo, sólo tuve oportunidad de estudiar después de que me desmovilicé. Llegué a ese grupo por falta de oportunidades. Por eso, la paz es una oportunidad para todos ustedes como colombianos”, expresó.

Por su lado, Facundo Guardado, quien comandó por 12 años el grupo armado FMLN y que fue parte del equipo que negoció los acuerdos de paz en su país señaló que El Salvador es exitoso en haber puesto fin a la violencia por motivaciones políticas, “Colombia ha vivido con demasiada violencia política y esta es la gran oportunidad de inaugurar un nuevo momento histórico donde las diferencias ideológicas y políticas se diriman en las urnas”.

William, un hombre víctima de la violencia y que ahora forma parte de la iniciativa productiva avícola, relató que al inicio sentía temor de compartir el mismo escenario con desmovilizados, pero con las sesiones y talleres se generaron vínculos de amistad.

“Son seres humanos con situaciones difíciles que posiblemente los llevó a conformar estos grupos. No fue fácil, hoy somos técnicos en producción avícola y amigos”, sostiene.

Aparte de estas iniciativas de paz, el Municipio de Pasto, aprobó por unanimidad institucionalizar el segundo domingo de agosto como el Día del perdón y la reconciliación.

Datos de la ACR, indican que En Nariño, hasta abril de 2016, 447 personas ingresaron de manera voluntaria al proceso de reintegración, tras abandonar grupos armados ilegales. De ellas, 86 ya culminaron de manera exitosa la ruta de reintegración, cumpliendo un plan de trabajo integral y concertado que dura en promedio 6 años y medio por persona.

Detención de guerrillero

De otro lado, la Fuerza de Tarea Pegaso del ejército colombiano, informó que en el municipio costero de Tumaco, se capturó a un sujeto identificado como Jorge B., alias “orejas” de 27 años, que al parecer integraba las redes de apoyo de las Farc, encargado de realizar inteligencia delictiva, responsable del manejo del narcotráfico, almacenamiento y transporte de armamento. (I)