Los habitantes de 24 Comunidades y 6 barrios rurales deben atravesar esa vía
En Otavalo los barrios aledaños a la circunvalación piden vías de acceso
Blanca Andrade es una moradora de la parroquia San José de Quichinche y cada mañana debe trasladarse hasta el centro de Otavalo para dejar a su hija en la escuela.
El desplazamiento —afirma la mujer— era más sencillo antes de la construcción de la circunvalación en la Panamericana Norte, con lo cual se eliminaron los accesos directos desde los diferentes barrios hacia el centro de la ciudad.
Blanca asegura que el viaje que antes le llevaba un máximo de 10 minutos, actualmente le toma un mínimo de 15, pues las unidades de la cooperativa 8 de Septiembre ya no pueden cruzar directamente como lo hacían antes, sino que deben llegar hasta el redondel de la entrada del cantón para dar la vuelta y así tomar la vía que les permite ingresar a la ciudad.
De acuerdo con Segundo Cabascango, presidente de la comunidad La Banda, desde hace 3 años los moradores de las 24 comunidades y 6 barrios localizados alrededor de Otavalo solicitaron que a lo largo de la nueva vía se mantengan los accesos directos a los diferentes barrios. Hasta el momento sus peticiones no tienen una respuesta satisfactoria.
Antes, para tomar el bus que lo llevaría hacia el centro, el dirigente barrial solamente debía caminar hasta la esquina de su casa. Ahora debe salir hasta la circunvalación, cruzarla y ahí tomar la unidad que va directamente. De igual forma para el regreso.
Actualmente son cerca de 10 mil vehículos los que transitan a diario por esta vía, y los fines de semana aumentan a un promedio de entre 18 mil y 20 mil, según cifras de Panavial.
Para Adán Ruiz, presidente de la Junta Parroquial de Quichinche, el problema con la obra a cargo del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) es que “no fue planificada en función de las necesidades de toda la población”.
Él asegura que si bien agiliza el tránsito vehicular, solamente prioriza las necesidades de la ciudad, mientras que el secor rural ha quedado de lado. “En lugar de integrarnos nos están aislando, ya que la nueva vía lo que ha hecho es dividir en 2 al cantón Otavalo”, afirma Ruiz.
Lucía Sánchez, habitante del sector, concuerda con esta postura, y además afirma que el cierre de los retornos a lo largo de la vía de circunvalación no solo afecta en la movilidad sino también económicamente. El pasaje que antes costaba $ 0,30 en bus, hoy cuesta hasta $ 3, debido a que en muchas ocasiones deben tomar un taxi para llegar a la ciudad o regresar a sus hogares a tiempo.
Por su parte, la municipalidad de Otavalo, liderada por el Gustavo Pareja, presentó varias propuestas técnicas a fin de solucionar el problema de movilidad que aqueja al sector. La última iniciativa la expuso el 24 de octubre; no obstante, hasta la fecha no han logrado llegar a un acuerdo.
El MTOP también ha planteado posibles soluciones, pero ninguna definitiva. Mientras tanto, los habitantes del sector aún aguardan una propuesta de solución y manifiestan que no dudarán en hacer todas las marchas y plantones que hagan falta hasta lograr una solución.
Hace una semana, los moradores de los barrios aledaños a la circunvalación bloquearon momentáneamente la vía para presionar a las autoridades del cantón. (I)