Adicional a los atractivos turísticos y la cultura de un pueblo, muchos aseguran que el complemento perfecto de un buen recorrido son los suvenires que se llevan al finalizar un viaje. Los habitantes de San Gabriel, en la provincia del Carchi, coinciden con este pensamiento.

En 2014, el Municipio de Bolívar, la Cooperación Técnica Belga, el Gobierno Provincial del Carchi y la Asociación de Emprendedores de Bolívar pusieron en marcha un proyecto turístico-cultural que beneficia a los habitantes del cantón: la construcción de un complejo paleontológico compuesto por 3 escenarios.

El primero es el parque de la megafauna, que corresponde a un mural y varias figuras de gran tamaño, ubicados en el exterior del museo. En él se exponen las diferentes eras geológicas de la Tierra y el desarrollo de las especies.

El segundo escenario es el museo, que tiene una sala de exhibición de fósiles de hace 10 mil años, además de un área arqueológica, en la que se muestra una colección de cerámica casi intacta de la cultura Pasto.

Finalmente, el centro de artesanías es la última parada de los turistas. En él pueden adquirir artículos elaborados a mano: gorros y ponchos tejidos, vasos y platos de cerámica, dulces tradicionales y platillos típicos de la zona, elaborados por 150 mujeres, que conforman la Asociación de Emprendedores.

Ángela Ospina, turista colombiana, se muestra contenta al recorrer los diferentes espacios y adquirir los productos. “Los materiales son muy buenos y los precios accesibles”, comenta.

El local, de tipo comunitario, inició sus labores el 22 de febrero de 2014. Rocío Imbaquingo, encargada del centro, comenta que desde el primer día de funcionamiento, el centro abrió sus puertas a los pequeños comerciantes de la zona.

“Nos dimos cuenta de que la gente tiene buenas ideas y elabora productos de calidad, pero no tiene dó nde comercializarlos, por ello nosotros damos apertura a todos los emprendedores, sin distinción”, cuenta Rocío.

Cerca de 1.500 turistas llegan mensualmente a este recinto, sobre todo en junio, julio y agosto. Por ello, Jenny Pozo, encargada del centro de artesanías, asegura que es necesario tener una variedad de productos, entre prendas de vestir, artesanías y alimentos, que los turistas puedan adquirir como recuerdo de su visita.

Los platos y dulces típicos de la provincia son la especialidad de este sitio.

El objetivo de su preparación es recuperar platos tradicionales hechos en base de productos que se cultivan en la zona. El dulce de calabaza con piña es uno de ellos.

Para Jenny, el centro representa una oportunidad para las mujeres de la zona al ofrecer una fuente de ingresos adicional a la agricultura.

“Este tipo de espacios son importantes porque nos permiten desarrollarnos, ser creativas y dedicarnos a lo que nos gusta: cocinar, tejer, trabajar con arcilla, lo que decidamos. Además nos permite aportar en nuestros hogares”, afirma.

Datos

- El centro atiende de lunes a domingo, de 08:00 a 18:00. El valor de entrada al museo es de $ 2 para adultos y $ 1 para niños, personas con discapacidad y ancianos.

- En el lugar preparan productos por temporada, respetando el ciclo de producción de cada planta. En septiembre, por ejemplo, cuando es tiempo de cosecha de maíz, preparan y ofertan vicundos.

- En agosto se realizan cursos vacacionales, en los que enseñan a los niños a utilizar arcilla para replicar piezas prehistóricas y  plasmar en ellas símbolos de la antigua cultura Pasto. (I)