La prefectura de Imbabura busca incrementar espacios para artesanos
Con artesanías se promueve la cultura
Imbabura.-
Pequeños accesorios como llaveros, pulseras o canastas y prendas de vestir como sacos, blusas y chaquetas son parte de los artículos elaborados por artesanos de la provincia de Imbabura.
El muelle flotante del lago San Pablo es una muestra de los múltiples sitios de expendio de las artesanías elaboradas con materiales propios de la zona.
En San Pablo, por ejemplo, priman los artículos elaborados en base de totora. Con ella se realizan incluso juegos de muebles, “que son muy duraderos”, afirma un artesano. Mientras tanto, en Cotacachi, la especialidad son las creaciones en cuero, como chaquetas, monederos, billeteras y otros accesorios son parte de la oferta de productos del cantón.
Las pequeñas comunidades también son parte de la producción de los icónicos accesorios.
En San Clemente, la elaboración de dulces y alimentos tradicionales complementan la producción de artículos hechos con madera. Llaveros con forma de rondador, flautas y tambores son los que más gustan a los turistas.
Estos artículos, según María Isabel López, funcionaria de la prefectura de Imbabura, llegan a diversas partes del mundo. “A la provincia llega un gran número de turistas extranjeros, que se enamoran de los paisajes y de los atractivos que tenemos y desean llevar un recuerdo de su visita. También hay ecuatorianos que envían artesanías a sus familiares o amigos en el exterior, y compatriotas que viven fuera y quieren llevar con ellos un poco de nuestra cultura”, comenta.
Esto, según Fausto Giraldo, director de Turismo de Imbabura, fortalece la economía de pequeños emprendedores, y ayuda a expandir y dar a conocer la identidad de los pueblos imbabureños.
“Muchas comunidades se sostienen gracias al turismo comunitario y a la venta de artículos elaborados por ellos mismos. Por eso es importante fomentar espacios para que puedan ofertar sus productos, que además son la clara muestra de nuestra identidad”.
Grecia Cevallos es una cliente frecuente de los vendedores ubicados a orillas del lago San Pablo. En esta ocasión, adquirió un juego de individuales hechos con totora. “Creo que estas artesanías son únicas en el mundo, por eso trato de conservarlas”, comenta. (I)